A la hora del suceso tenía que estar en clase pero no llegó: «Me quedé dormida»
El extenso apartado de las declaraciones de los testigos recoge una correspondiente a una amiga de Raquel, alumna del curso de restauración que se celebraba «siempre los lunes de 16.30 a 18.30 horas». Era en la Casa de Cultura de Trobajo del Cerecedo.
Raquel aquella tarde llegó «tarde, bastante tarde», aunque no se puede precisar la hora desde su testimonio. «Explicó que había trabajado de mañana y se había ido a casa y que después se había acostado en el sofá o se quedó dormida, que en realidad no lo recordaba bien».
En el momento en el que los alumnos del curso conocieron la noticia «dejaron de trabajar y se pusieron a hablar del tema. Pero sí llama la atención el hecho de que instantáneamente comenzaron a sonar los teléfonos para dar cuenta de lo ocurrido y cuando el resto de los alumnos le propusieron que llamara a algún compañero para ver qué había ocurrido contestó «que era mejor esperar un poco, que había que dar un poco de tiempo».
A las ocho y cuarto de la tarde la agente de la Policía Local llamó a la alumna con la que compartía el curso y le dijo que estaba en casa de su hermana y que las dos personas detenidas eran una amiga y su madre.
«A las ocho y cuarto de la mañana del día siguiente volvimos a encontrarnos y me dijo que estaba en estado de shock y que no se lo creía, pero acabamos hablando de la silla que estábamos restaurando».
El Ministerio Fiscal preguntó a la testigo qué motivos podían haber llevado a la implicación de Raquel. «Es una persona que da mucho valor a la amistad. Pero yo no creo que esté implicada, esto ha sido un cúmulo de casualidades y quizá lo que ocurrió es que se bloqueó y no reaccionó como debía», explicó la testigo.