León ahorra otros 800.000 euros en el contrato de los autobuses urbanos

Instalado en un déficit que se comió en 2012 una factura de 6,3 millones de euros, el servicio de transporte urbano de León afronta 2014 con un horizonte de coste de ‘sólo’ 4.020.000 euros, según el acuerdo aprobado ayer por la junta de gobierno local. Una nueva merma en el contrato con Alesa, filial de Alsa, que llega por la vía de la «revisión de los precios unitarios» que está establecida en los pliegos de concesión para aquilitar el pago a la variación del precio de los carburantes y otros factores; valores fluctuantes que hacen que para el presente ejercicio el precio por kilómetro recorrido quede en 1,1253 euros, en lugar de los 1,1452 del pasado año, y que la hora de servicio baje a los 39,9272 euros, no los 41,5087 euros que había hasta diciembre. Dos factores que, conjugados, resuelven un ahorro de casi 800.000 euros, según anunció el viceportavoz del equipo de gobierno del consistorio, Julio Cayón, quien descartó que la bajada se vaya a traducir en una reducción también para los usuarios a los que hace dos años se les subió el billete de 0,95 a 1,20 euros.

No habrá rebaja de los billetes, sino que el ahorro conseguido se traducirá en el coste de la «subvención» que afronta el Ayuntamiento para mantener las 13 líneas de los buses urbanos, aquellos identificados con el color rojo. Un factura que hace que el consistorio tenga que aportar casi un euro por cada billete, después de que los viajeros bajaran un 10%, hasta los 4,3 millones de usuarios, después de que el billete aumentara su coste un 25%.

El nuevo ahorro se suma a los que ya había conseguido la Concejalía de Transportes, dirigida por Ricardo Gavilanes, mediante la renegociación con la concesionaria. Una operación que empezó por dejar de pagar los 616.000 euros de IVA, al hacer que emitiera los billetes la empresa y no la administración, y limar los 335.000 euros al prolongar el plazo de amortización de los autobuses de 10 a 14 años. Unas medidas a las que se añadió con posterioridad la reorganización de líneas y el cierre del bus eléctrico, que permitieron rebajar otros 333.567 euros, y el aumento de servicio, que aportó otros 228.356 euros al empeño ahorrador. Un esfuerzo que se redondeó con el aumento logrado por la subida de los billetes, que permitió recaudar 286.386 euros más a pesar de que quedaron por el camino cerca de medio millón de viajeros.