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PROYECTO PUNTERO

Las lágrimas de 99 leoneses servirán para investigar el alzhéimer

La Fundación Reina Sofía pilota este proyecto no invasivo que analiza la proteína Tau

Un momento de la presentación del proyecto de investigación, ayer en el Centro Alzhéimer León

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A. CALVO | LEÓN
León

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Una lágrima para diagnosticar el alzhéimer, aunque pueda parecer algo poético, la Unidad de Investigación Proyecto Alzhéimer de la Fundación Reina Sofía, gestionada por la Fundación Centro de Investigación en Enfermedades Neurológicas (Fundación Cien) desarrollará en León un proyecto de investigación que pretende localizar en la lágrima un biomarcador, a través de la presencia de la proteína Tau, que permita diagnosticar la enfermedad degenerativa «antes y mejor», como explicó el director del Banco de Tejidos de la Fundación Reina Sofía-Fundación Cien, Alberto Rábano.

La muestra sobre la que trabajarán los investigadores serán un grupo de 99 leoneses, que tendrán tres perfiles: pacientes con deterioro cognitivo ligero, con alzhéimer en estado leve y un grupo de control de sujetos sanos. Rábano apuntó que se había seleccionado el centro de Alzhéimer León por «cuestiones organizativas» y por cómo están estudiados los pacientes. El primer paso de este proyecto de investigación será la selección de la muestra, que llevará tiempo «ante la variabilidad de los sistemas y las capacidades de los enfermos» y después se hará un estudio que alargará el proceso «unos pocos meses».

Una vez hecha la selección de los participantes en el proyecto, se tomará una muestra de sus lágrimas por medio del test de Schirmer para evaluar el mecanismo de liberación de la proteína Tau en la lágrima, y comparar su presencia entre los individuos afectados por la enfermedad y aquellos que no padecen alzhéimer. La asociación Alzhéimer Soria también participará en este proyecto de investigación.

«En la lágrima hay miles de proteínas y también podemos encontrar alguna sorpresa que pueda ayudar a otros estudios», apuntó Alberto Rábano, quien explicó que el objeto de este estudio es conseguir avanzar en la detección de la enfermedad «con una técnica igual de efectiva y menos invasiva» que la punción para obtener el líquido cefalorraquídeo, donde también está presente la proteína Tau. «Esta proteína es abundante en todo el sistema nervioso, pero en un determinado momento está relacionada con el envejecimiento y hay que ver si se convierte en una proteína patológica», explicó el director del Banco de Tejidos de la Fundación Reina Sofía-Fundación Cien.

La hipótesis con la que trabaja el proyecto parte de la base de que la lágrima está relacionada con el sistema nervioso parasimpático, con la producción y composición de proteínas, entre ellas la proteína Tau, que se ha medido recurrentemente en el fluido de pacientes con alzhéimer, y que en sujetos afectados podría presentarse en niveles medibles y cuantificables, convirtiéndose así en un biomarcador de la enfermedad.