El alquiler anual para dar el servicio le cuesta al Estado 725.000 euros

La demora del proyecto de la sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social le reporta al Gobierno una factura de 725.000 euros anuales. Un pago que se corresponde con el alquiler de las tres sedes en las que se reparten ahora los 250 trabajadores que prestaban servicios en el edificio de la confluencia de Facultad con Guzmán: al principio de Padre Isla, en la esquina de esta misma avenida con Lope de Vega y en la carretera de Los Cubos.

La cuenta supera ya los 3,6 millones de euros, a pesar de que el pasado año se llegó a una acuerdo para rebajar un 20% los costes y que lo dejó en los 725.000 euros actuales. Los trabajadores se trasladaron en octubre de 2008, después de una polémica adjudicación del Gobierno de Zapatero a favor de la empresa Gestión Inmobiliaria Llamas Álvarez, propiedad del constructor y ex presidente de Caja España, Santos Llamas, para que se ocupara el edificio que había restaurado en la esquina de Padre Isla con Lope de Vega, con capacidad para 165 empleados. Junto a este espacio, sobre todo para atención al público, se alquilaron los bajos de otro inmueble al principio de Padre Isla.

Allí permanecerán los trabajadores del INSS mientras el Ministerio de Empleo sigue sin fijar una fecha para un proyecto que se arrastra desde que, en 2007, se tomó la decisión de derribar el antiguo edificio, que sufría aluminosis, según justificó el PSOE entonces. Después de definir el plan, se demolió el inmueble, con un coste asociado de 3 millones de euros, en mayo de 2008. Desde entonces hay un agujero enorme en mitad de la ciudad que no tiene horizonte de arreglo.