EL CRIMEN DE ISABEL CARRASCO
Trasladan al mismo módulo de la cárcel a Triana y Montserrat, que ya viven juntas
La autora confesa del crimen de Carrasco y su hija habían solicitado compartir el mismo espacio
Monserrat y su hija Triana están ya juntas en el mismo módulo de la cárcel
Montserrat González y Triana Martínez, las dos principales acusadas por el crimen de Isabel Carrasco, se encuentran ya juntas en el módulo 7 del Centro Penitenciario de Villahierro, como solución más adecuada para permitir que madre e hija se vean sin saltarse el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS) que se mantiene activo casi dos meses después de su ingreso en prisión.
La medida se adopta tras la petición cursada por la asesina confesa de los hechos y su hija para tratar de mantenerse juntas el máximo tiempo posible, circunstancia que se dificultaba por el hecho de que la interna de confianza que siempre tiene que estar presente en este tipo casos no podía desplazarse de un módulo a otro.
Petición de libertad para Raquel
Fermín Guerrero, letrado defensor de Raquel Gago, reiterará la semana que viene que no existen condicionantes firmes para mantener en prisión a la agente de la Policía Local acusada de estar implicada en el caso, por lo que propondrá que su clienta sea puesta en libertad provisional.
Lo más probable es que se rechace de nuevo la propuesta. El Ministerio Fiscal ya fue explícito en el anterior escrito, y reprochó a la policía su condición de agente del orden público para criticar especialmente su supuesta participación en los hechos.
El letrado, no obstante, sostiene que no concurren circunstancias que sostengan esa postura y afirma que su cliente se encuentra desolada porque esperaba que fuese liberada.
PP y Diputación esperan
La posibilidad de que el Partido Popular y la Diputación Provincial de León puedan personarse como acusación particular por la muerte de la presidenta de los dos organismos en León sigue a la espera de una resolución, puesto que de momento la jueza instructora no se ha pronunciado sobre este término.
Ambas partes sopesan seriamente la posibilidad de constituirse en acusación popular, aunque para ello tengan que presentar una querella contra las imputadas y depositar una fianza.