‘chapa y pintura’ para llegar a santiago
Los albergues de Villadangos del Páramo y Astorga son los únicos de todo el Camino de Santiago que disponen de voluntariado para ayudar a los peregrinos a que su particular viaje sea mucho más llevadero
Uno de los voluntarios de podología atiende a un peregrino del camino.
Ya son 12 años desde aquel primer contacto entre la Universidad Miguel Hernández de Elche y los albergues del Camino de Santiago, en Villadangos del Páramo y Astorga. Un convenio en el que varios de los alumnos de la universidad vienen a pasar unas semanas de voluntariado a tierras leonesas con el objetivo de ayudar a los peregrinos del Camino de Santiago a hacer su ruta más llevadera.
En este proyecto participan alumnos de podología, terapia ocupacional y este año, fisioterapia. Ellos ofrecen lo que tienen, su formación.
Los podologos ayudan a curar las heridas de los pies en sus largas rutas, los fisioterapeutas enseñan a los peregrinos a cómo deben llevar la mochila y a dar algún masaje para aquellos que sientan su espalda dolorida, y los alumnos de terapia ocupacional hacen encuestas a los caminantes y sobre todo, colaboran dentro de la organización.
Y es que son 80 personas, entre alumnos y tutores los que, además de instruirse, quieren conocer los encantos que se esconden en estas tierras y comprender más a las personas gracias a los viajeros que pasan por allí.
El año pasado asistieron a más de 1.400 peregrinos, un trabajo que empieza desde las 3.30 hasta las 9.00 horas, todo ello sin cobrar nada más que la comida y el alojamiento. Porque para estos chicos lo que importa es el aprendizaje, que a menudo es más valioso que el dinero.
amanda soto