Fernández: «Ha sido el mayor reto, con una mala situación económica, y se ha logrado»
El concejal de Urbanismo de Villaquilambre, Javier María Fernández, reconoce que está «muy satisfecho» al vislumbrar el final de las obras de ampliación del Ayuntamiento. Explica que rematar el edificio consistorial, cuyos trabajos estaban bloqueados por falta de dinero, constituyó «el mayor reto» que encontró el equipo de gobierno, «por las trabas de la deuda de 1,7 millones que se arrastraba con Dragados y que se tuvo que pagar con un crédito ICO, y el millón de euros que faltaba por ejecutar, según el proyecto, que hemos logrado reducir a 550.000 euros al emplear materiales más convencionales».
El responsable de Urbanismo considera «un logro que con la mala situación económica que tenía el Ayuntamiento y todas esas trabas» se vayan a culminar las obras de ampliación, iniciadas en marzo de 2009 y que deberían haber concluido en febrero de 2011, hace casi tres años y medio. «Parecía inviable, pero se ha conseguido», asegura.
«La mayor rémora»
Por su parte, el regidor, Manuel García, también considera que el inconcluso edificio fue «la mayor rémora» que encontró al llegar a la Alcaldía. «Estaba a medio construir y sin pagar buena parte, lo que comenzaba a generar intereses. Concluir la obra hubiera sido imposible si no abaratamos costes. Al suprimir lujos, decidimos abordar los trabajos porque la degradación de lo ejecutado, las humedades, filtraciones y rotura de materiales por el vandalismo hubieran supuesto a la larga un sobrecoste en reparaciones y un grave problema de seguridad». El ahorro en acabados en todos los capítulos, sobre todo, carpintería, vidrio y pintura, «no restará funcionalidad al futuro Ayuntamiento», garantiza.