«Hay que hacer del hambre una herramienta de lucha»

­—¿Qué significa para usted toda esta movilización?

­—Esta movilización parte de un hecho concreto, una situación en la que de una manera absolutamente irregular y con todo tipo de artimaña me quitan una prestación. Es decir, parte del hecho de las reducciones de ayudas a la dependencia. Entonces todo esto se dice que forma parte de la ley y llega un momento en que dices: «pues esta ley es aberrante», porque se está haciendo una política contra los parados, y es algo que en un momento determinado hay que decir basta. Yo creo que se busca un conflicto para tapar de alguna forma lo que es la miseria y el hambre que hay en la sociedad, y entonces se me ocurre que, a través de la no violencia, hay que hacer del hambre esa necesidad, una herramienta de lucha desde el pacifismo contra los que provocan esa situación, que son el gobierno y este tipo de leyes.

—¿Esta acción es algo que medió previamente o que apareció de la noche a la mañana?

—No. Esto forma parte de lo que es la cultura de la no violencia y de la respuesta social, o sea, no es una cosa fortuita ni aleatoria, es algo preparado. Yo me preparé tomando purés y fruta, luego fruta y zumos, luego sólo zumos, es decir, esto no se puede hacer así porque sí, esto tiene método: uno, que la huelga de hambre no permite que sea un ayuno; eso es otra cosa, esto es una herramienta que lo único que puedes tomar es agua y, a partir del quinto día, agua con un poquito de sal, pero ni tomar azúcar ni tomar nada. Y, sobre todo, tener la decisión de la perseverancia que decía Gandhi.

—¿Cuántas personas le están apoyando?

—Bueno, ahora mismo pasando por aquí hay muchísima gente, por ello hemos convocado una concentración a la que vendrá gente de Asturias, del Campamento de Dignidad de Mérida, del 22M que están de alguna manera apoyando, y luego colectivos, como por ejemplo en el que yo milité. Me satisface el reconocimiento que están haciendo grupos como son los Verdes, Podemos, GFT, Izquierda Unida, o sectores territoriales, en concreto el de Seguridad, que nos ha apoyado de UGT. Hoy me han dicho que van a mirar el tema dentro de CCOO, aunque de alguna manera ellos tienen su método; no está dentro de esta historia.

­—Un poco aparte de lo que reclama, ¿cómo vive las 24 horas?

—Pues tremendamente entretenido porque no para de pasar gente, charlamos y tal. A veces me agota mucho, sobre todo hoy que ya se empieza a notar que llevo tiempo sin comer, pero vamos yo encantado y emocionado de todo el apoyo que estoy recibiendo. Me está emocionando, las cosas como son.

—¿La huelga de hambre es su operación bikini del verano?

—No, decía Kafka que los gordos tendrían que ser un patrimonio para la humanidad porque son los que más sombra dan en verano y los que más abrigan en invierno. Además yo asumo mi gordura y a mí me encanta ser como soy, entonces no tengo problemas con el bikini. Yo lo que más echo de menos son las albóndigas de mi madre.