La concursada conoció su debacle, al menos, en 2012

Entre las afirmaciones que se realizan en el citado informe de calificación, elaborado por los administradores concursales, destaca la que asegura que, a la vista de los sucesivos impagos de las cuotas mensuales a la Seguridad Social, la concursada conoció su delicada situación de solvencia, al menos, en mayo de 2012, fecha en la que de manera recurrente comenzó a impagar todas sus obligaciones, como figura en diversas certificaciones. De acuerdo con la comunicación de crédito, la deuda impagada con vencimiento desde mayo de 2012 hasta el 15 de noviembre del mismo año se eleva a dos millones, a lo que habría que sumar los 333.539 euros de recargos y los 82.000 de intereses de demora.

En los aplazamientos que consiguió la farmacéutica ya se advertía con claridad cómo estos quedarían sin efectos tanto por la falta de ingreso de cualquiera de los plazos como cuando el beneficiario dejara de mantenerse al corriente de pago de las obligaciones contraídas con la Seguridad Social con posterioridad al aplazamiento.