Lo mejor del Ensanche de león
Materiales como mármoles, espejos, rejerías... En este portal se puede resumir toda una época de pujanza de la ciudad de León, cuando el urbanismo se escribió con letra mayúscula.
Vista del portal de Gran Vía de San Marcos, 20, desde el interior, todo un lujo para sus vecinos.
Hay portales que tienen una historia y portales con historia. Y éste, en Gran Vía de San Marcos, 20, bien merece una página en el libro del mejor urbanismo de León. El que escribió el Ensanche de una ciudad a la que se le quedó pequeño el traje de su casco histórico y dibujó un triángulo casi perfecto entre Santo Domingo, Guzmán y San Marcos.
El León que despertó con el siglo XX no se quedó en trafullas del desarrollismo que después vino, ni se desmadró con proyectos imposibles. Levantó casas señoriales, cúpulas con el debido respeto a la ‘madre’ Catedral y hasta el mejor arquitecto del momento, Gaudí, dejó su sello para siempre cuando aquella sociedad emergente se adueñó del nuevo centro.
El inmueble de Gran Vía, 20, sorprende por su imponente fachada, obra de aquella gran generación de arquitectos de nuevo cuño, y sorprende aún más por este portal de mármoles y espejos, como si de un templo griego se tratase, que todos querríamos atravesar camino de nuestra casa.
Es justo decir, y así debe constar en acta, que sus vecinos no han tenido inconveniente en abrirlo de par en par para hacer estas fotografías, que por sí mismas lo dicen todo. Y es de agradecer porque León no es una ciudad donde los portales estén mucho tiempo abiertos.
Impone el portal, uno se maravilla con sus vidrieras, que también lo adornan en la escalera y todavía despierta más atracción su puerta de rejería y cobres, extraordinaria en una ciudad donde las puertas no son lo mejor de su fisonomía urbana. Si uno viaja a Madrid o Valencia verá el lujo también en las puertas; en León, más bien, son un paso obligado, pero nada más. De ahí, este pequeño homenaje también a la puerta de entrada a Gran Vía, 20, que antes fue General Sanjurjo.
En competencia con Ordoño, Gran Vía de San Marcos se abre paso entre Santo Domingo y el hostal de San Marcos, con parada a medio camino en la Inmaculada, como la calle más noble de la ciudad.
Los portales forman parte también de nuestras vidas. Uno recuerda siempre sus colores, sus olores... Un pasado que también merece la pena escribir.