El negocio del plástico biodegradable que aportó equipos y tecnología

Metabolix llegó a Antibióticos con un plan industrial que se ofreció como un resuello. Con un ERE para el 57% de la plantilla, la actividad que aportaba la norteamericana se creyó una oportunidad de rehabilitar el futuro laboral de la compañía. «Más carga de trabajo», anunciaron los propietarios poco antes de firmar el acuerdo con la firma química estadounidense que se basaba en la producción de la resina de biopolímero Mirel para la obtención de plástico biodegradable. Los equipos para esa producción industrial, novedosa en el panorama químico español, se instalaron en la nave 2 del complejo fabril leonés. Se redactó un contrato para la transferencia de tecnología, y la producción se inició con el destino de personal (hasta una quincena de trabajadores de la planta leonesa se destinaron a la actividad patrocinada por Metabolix, que llegó a desplazar a León especialistas para poner en marcha las líneas de trabajo).

Hubo además inversiones añadidas destinadas a emprender obras de reforma, cifradas en un millón de euros. El colapso financiero de Antibióticos no permitió ver el resultado del proyecto ni a corto plazo. Ocho meses después del inicio del proyecto la empresa leonesa entró en concurso de acreedores. «El equipo de Metabolix fue entregado a la concursada en depósito para producir PHA (Polihidroxialcanoato) y dar servicio a la demanda de la empresa; y no ha sido retirado tras el concurso por el interés de Metabolix en que ese equipo produzca un rendimiento en caso de que sea posible el retorno a la actividad». La posición de Metabolix sobre las ofertas por Antibióticos ya ha dado origen a comentarios desde la sección sindical de UGT. «Esto no hace mas que afianzar nuestra convicción en que el apoyo manifestado a la oferta de BTC es la que mas beneficia a los trabajadores; que esta basado en el plan de liquidación aprobado por el juez, y que no hemos sido influenciados por factores externos y particulares.