Educación designa a tres de cada diez directores ante la falta de candidatos

Poca compensación económica, conflicto con padres o compañeros o con la misma Administración son algunos de las trabas que ven los docentes para presentarse al cargo de director de colegio o institutos. Ante esta escasa motivación, un 30% de las plazas a este cargo quedaron vacantes tras los procesos de selección iniciados el año pasado en los centros de la provincia afectados por la renovación de los cargos directivos. Un director de un centro puede cobrar en León un plus de entre 400 y 650 euros, en función del número de alumnos que tenga a su cargo, aunque esta cifra disminuye en el caso de los centros unitarios, cuando el complemento no supera los cien euros. Desde el sindicato Stele precisan que se da el caso de que, en algunos colegios rurales profesores interinos son designados para el puesto ante la falta de voluntarios. Con la implantación de la Lomce el director asume aún más responsabilidad, ya que el Consejo Escolar tiene un papel meramente consultivo, sin poder decisión.

El secretario provincial de Fete-UGT. Jesús López Iglesias, explica que este número podría ser aún mayor, ya que muchos docentes se presentan al cargo de director «para conseguir mejoras de destino o puntuación», asumiendo más responsabilidad pero acercándose a su lugar de residencia, «generalmente León o Ponferrada». Así, los colegios más próximos a las dos ciudades tenían varios candidatos o profesores que se presentaban a varios centros ubicados a pocos kilómetros y bien comunicados con la capital leonesa y la berciana. Desde UGT inciden en que los maestros y profesores «no se sienten respaldados por la Administración y quieren evitar conflictos con sus propios compañeros». López Iglesias remarca: «Si no fuera porque muchos quieren conseguir mejor destino esta cifra sería aún mayor, porque un porcentaje muy alto de los que se presentan al cargo no son del propio centro, si no que buscan mejorar su destino».

«Con la Lomce los docentes no quieren asumir responsabilidades porque va a ser muy duro luchar contra corriente, porque muchos están en contra de la nueva ley educativa», explica Mariluz González, de Stele, quien remarca que la Junta «lleva presionando mucho tiempo y cuesta asumir esa carga cuando va en contra los principios».

En la última convocatoria para elegir directores estaban afectados cerca cuarenta colegios, centros rurales agrupados e institutos, además de centros de formación de adultos y la escuela de idiomas de Astorga. A una docena de cargos no se presentó ningún voluntario, con lo que la Dirección Provincial de Educación ha tenido que elegir a un profesor del propio centro o «envían a uno de fuera en comisión de servicio por un año, cuando nadie del centro está dispuesto a asumir el cargo», concretan desde Stele.

Centros alejados en el entorno rural o algunos colegios o institutos masificados son los que más problemas tienen a la hora de encontrar voluntarios al cargo de director «porque es muy complejo organizarlos». Eso sí, una vez que un profesor ha permanecido cuatro años como director, ya no pierde el rango y consolida el cargo, a pesar de que no tenga la responsabilidad.

Con la nueva ley del ministro Wert, la elección de los candidatos a director —en caso de que más de uno concurriera al cargo— también ha cambiado. Antes, dos inspectores de la Administración, dos profesores y dos miembros del consejo escolar (padres o personal de administración) elegían entre los aspirantes a dirigir el colegio. Con la Lomce, según la adaptación realizada por la Junta, la Administración gana peso en la toma de decisiones ya que el porcentaje de representación de los docentes, los padres y el personal de servicios no será nunca superior al 50%. Ante las quejas de sindicatos y asociaciones, desde la Consejería de Educación se ha anunciado que uno de los tres representantes de la Administración pasará a ser un docente, para que así su decisión tenga más peso.