Diario de León

SUCESO

Roberto Larralde murió de un tiro en la nuca a bocajarro en la noche de su desaparición

Más de 300 personas asisten en el cementerio de Lorenzana a la ceremonia de despedida del joven Roberto Larralde, en un ambiente de máxima tensión y consternación. Familiares y amigos procedentes de diversos puntos del país colapsan todo el entorno del camposanto de la localidad bajo la atenta mirada de un importante dispositivo policial

Aspecto que presenta el cementerio de Lorenzana.

Aspecto que presenta el cementerio de Lorenzana.

León

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—¿Es usted periodista?

—Sí

—¿Y tienen ustedes buena relación con la policía?

—Intentamos ayudarnos mutuamente...

—Pues dígales que investiguen bien a la mujer, que se porta de una manera muy rara. Aquí todos estamos preocupados y ella no ha echado ni una lágrima. Hoy, hasta se ha puesto a dormir la siesta.

(Detalle de la conversación de la familia Larralde con este periódico el pasado martes, en Campo de Santibáñez).

Las mismas sospechas que guardaban los allegados a Roberto Larralde respecto al comportamiento de la que fuera su esposa, las tiene el Cuerpo Nacional de Policía. En eso y en otras cuestiones se basa la orden de detenerla, justo después de que la noche previa hubiese sufrido una agresión en Lorenzana por parte de un grupo de medio centenar de individuos muy exaltados.

También fue detenido el propietario del teléfono móvil desde el que se realizó la última llamada a la víctima, por medio de la cual se concertó la cita fatal que acabaría con su vida. Y hay tres arrestados más, posiblemente vecinos de Roderos y Vega de Infanzones, aunque este extremo no estaba confirmado oficialmente al cierre de esta edición.

Los primeros datos de la autopsia realizada al cadáver de Roberto Larralde revelan que el joven fue ejecutado de un disparo en la nuca realizado a bocajarro la misma noche en la que desapareció. Posteriormente fue trasladado al punto en el que apareció el cadáver, donde se le intentó cubrir para tratar de ocultarlo el máximo número de días posible, aunque la inspección ocular a la zona en la que ocurrieron los hechos revela una fórmula de proceder un tanto rudimentaria. El hallazgo sólo iba a ser cuestión de tiempo, tal y como actuaron los autores del crimen.

Motivos sentimentales

Un argumento a medio camino entre el ajuste de cuentas y el conflicto sentimental se antoja inicialmente como el motivo de la muerte violenta de Roberto Larralde Urcera, un albañil de 37 años que se dedicaba a las tareas de reparación, que en sus ratos libres se dedicaba al boxeo.

Padre de dos hijos, noble y bonachón de sentimientos según quienes lo conocían, había tenido algunos problemas con la justicia por incidentes con su mujer pero nunca coqueteó con las drogas ni era consumidor. Sí se había rodeado esporádicamente de gente más cercana al menudeo en sus círculos más cercanos. Por eso la policía piensa que probablemente él no era el objetivo directo del ataque.

La noche del crimen, fue citado telefónicamente para concertar una cita junto a un hipermercado de Puente Castro. Aparentemente se trataba de un asunto de no demasiada importancia. «Salgo un momento y vuelvo ahora», dijo.

Conocía a sus agresores

Las personas con las que quedó no le eran desconocidas. De hecho, en un primer examen del cadáver, no hay signos de lucha. Los agentes de la instrucción policial tratan de saber por qué motivo el encuentro terminó finalmente en un homicidio, que se convierte en la segunda muerte violenta del año. En 2012 se registraron siete episodios de estas características y en 2013, otros seis.

A la mañana siguiente se le echó en falta fundamentalmente porque entre sus costumbres no figuraban las de desaparecer sin avisar. La familia entera se lanzó a su búsqueda y en vista de la falta de resultados, el lunes se presentó una denuncia en la Comisaría de Policía Nacional de San Andrés del Rabanedo. Fue a las 9.50 horas.

La desesperación fue cundiendo en el grueso de la familia de Roberto, que trasladó su angustia a los medios de comunicación. Primero el martes se explicó en este periódico. Después el miércoles ante multitud de cámaras.

El jueves por la tarde la tensión fue creciendo. La familia tenía la certeza de que en el área de Lorenzana, muy cerca de Campo de Santibáñez donde reside un nutrido núcleo de los Larralde, se encontraban algunas de las personas relacionadas con el caso. Se produjo un primer conato de enfrentamiento, abortado por la Guardia Civil. Las pesquisas de los agentes dieron su fruto y tras conseguir la confesión de la persona que citó a Roberto por teléfono, se encontró su cadáver con la ayuda de los perros de un grupo de guías caninos, desplazado desde Madrid, con ejemplares especialmente adiestrados para la localización de personas.

Mucha tensión

Tras la confirmación de la aparición de los restos mortales del finado, se instaló un dispositivo de seguridad por parte de la Guardia Civil en la localidad de Campo de Santibañez, para su intervención en un incidente protagonizado por un grupo de 50 personas, supuestamente relacionadas con el fallecido según la subdelegación de Gobierno, que trataban de agredir a una mujer que se encontraba en el interior de su vivienda por considerar que estaba relacionada con la desaparición y posterior hallazgo del cadáver antes citado. «Le hemos dado una buena paliza a la mujer de Roberto», declararon a La 8 León familiares del desaparecido. Fue trasladada al Hospital Universitario de León, ya que presentaba diversas contusiones.

En prevención de nuevos incidentes entre los grupos de personas relacionadas con los hechos, la Guardia Civil fijó un dispositivo de seguridad en la zona, con la presencia de diversas patrullas de seguridad ciudadana para evitar nuevos altercados.

El Cuerpo Nacional de Policía tiene también mantuvo un dispositivo de seguridad a consecuencia de estos hechos. Contó con la colaboración de la Policía Local, especialmente en los dispositivos de la noche localizados en la Comisaría, en el Hospital y en el Tanatorio de Eras de Renueva.

Ante la jueza, mañana

Los cinco detenidos pasarán a disposición judicial mañana domingo, para que la jueza titular de Instrucción 3, Blanca Esther Díez, les tome declaración.

No se descarta que en las próximas horas se pueda producir alguna detención más, aunque la situación cambia en cuestión de horas como consecuencia de la cantidad de contradicciones que se recogen en los testimonios de los testigos y que dificultan la labor de los instructores policiales. En cualquier caso, el asunto se considera resuelto.

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