La elegida para El Ejido

Ochenta años atrás, regueros, huertas y tierras de labranza componían el grueso de un área de campos sin cultivar en el extrarradio de León. De esa acepción, «ejido» surgió el nombre del barrio. Y de su iglesia parroquial, que hoy celebra los actos de conmemoración de sus 50 años de vida, surgió otra forma de entender la vida. La de Jesús. La del Divino. La del Obrero.

El 1 de julio de 1964, coincidiendo con la celebración del Congreso Eucarístico Nacional, se bendijo el nuevo templo que a la mañana siguiente fue inaugurado de forma solemne por el célebre obispo Almarcha.

Medio siglo después, el obispo de León, Julián López, presidirá hoy a las 12.30 horas la misa de acción de gracias previa al ágape fraterno que a las 13.30 horas se celebrará en la plaza del Párroco Adolfo, bajo los auspicios de su homónimo actual, Carlos Santos: «Es una celebración nostálgica por todos los que han pasado por aquí y ya no están. Es un reto proyectarse de cara al futuro y hacer que los retos que se plantean por delante sean tan exitosos como los del pasado».

Gran impulsor de la iniciativa fue Donato Pérez. Tesorero de la cooperativa que dio vida al proyecto y entonces vicepresidente de la Cámara de Comercio, es una pieza clave en la historia del barrio. «Nunca pensé cuando asistí al acto de inauguración de la iglesia que iba a seguir viviendo llegado el día de hoy. Era el más joven de todos los fundadores y soy el único que queda. Fueron años muy felices, porque éramos el extrarradio de la ciudad y ahora estamos a cinco minutos del centro. La única pega son las escaleras», explica.

Aquel día asistieron al acto el ministro de Justicia, señor Iturmendi, el director general de Asuntos Eclesiásticos, el comisario general de Protección Escolar, el gobernador civil de la provincia, Luis Ameijide. Hoy, la nómina de autoridades no será menor.

Una exposición fotográfica conmemorativa exhibe desde hoy a los vecinos el reflejo del pasado hecho presente. Sea por otro medio siglo más. Como mínimo.