Black Toro desembarca en Antibióticos tras el despido de 78 trabajadores

La hora de Black Toro en Antibióticos se allanó con el acuerdo de extinción de 78 empleos, hasta mermar la plantilla de la compañía leonesa a 170 integrantes. Los despedidos, además de molestos por lo que entienden un abandono generalizado de todas las partes interesadas en el proceso —incluidas las administraciones— demandan que su causa tome ahora prioridad entre los compromisos adquiridos con los acreedores de la sociedad liquidada. Sienten el riesgo y el temor de que su indemnización por despido, sujeta a la normativa laboral vigente, se quede al descubierto por falta de fondos, sólo atendida por el rescate del Fondo de Garantía Salarial (que no alcanza en ningún caso más allá de los 18.000 euros).

El desembarco del fondo inversor en la farmacéutica leonesa se acompaña también de una segunda incidencia contractual que afectará a medio centenar de trabajadores de los que a partir de ahora se mantendrán en la nómina. Un expediente de suspensión de empleo, para ajustar la masa de trabajo a las necesidades productivas, en tanto se adaptan las estructuras de la factoría a la demanda del mercado. Se cambian algunas de las medidas previstas en las condiciones de venta por liquidación fijadas por el juzgado de lo mercantil, que tutela la quiebra de la empresa. Este ERE tendrá un alcance de un año (en principio era para 24 meses), y tendrá condición de rotatorio entre ciento veinte de los ciento setenta empleados de la fábrica (se excluyen los relacionados con puestos de representación sindical u otros de responsabilidad). Lo relevante del replanteo es que el expediente de suspensión de empleo lo va a presentar Black Toro, que debuta de esta forma peculiar en la gestión de su nueva empresa. No era posible llevar adelante el expediente de suspensión en un cauce legal de otra forma, ni en un trámite anterior al cambio de propietario de la unidad productiva de Antibióticos.

La tercera resolución que anuncia la llegada del fondo de inversión a la gestión de Antibióticos es la modificación colectiva de las condiciones de trabajo de la plantilla de la empresa en concurso. Para hacer viable el plan de rescate que supone la compra de la unidad de producción y la asunción de ciento setenta trabajadores, se acomete un recorte del 20 y el 25% del sueldo, según si el salario anual supera o no los treinta mil euros.

El resto de la agenda de Black Toro para oficializar su entrada en Antibióticos contiene actos administrativos; la venta, ante notario, va a efectuarse a lo largo de este martes en la capital leonesa, en la que el fondo de inversión depositará los nueve millones de euros con los que capitalizó la oferta con la que consiguió imponerse a Gadea en la pugna por la propiedad de la factoría química leonesa. El resto del acomodo será progresivo. El fondo dejó constancia de sus planes para reflotar la compañía, que entró en parálisis hace casi dos años, y donde no se conoce actividad en el último año y medio, a base de costosas previsiones de inversión: hasta 25 millones de euros, de los que casi un tercio se dedicará exclusivamente a asumir gastos en la puesta en marcha las cadenas productivas de las que al final saldrá la amoxicilina, base de la reconquista de horizontes mercantiles perdidos. En ese proceso no estarán ya los 79 trabajadores que cruzaron la travesía de dificultades, de impagos y atrasos salariales y expedientes de empleos, que hundió a Antibióticos en la quiebra. Los que ahora piden que al menos no se les deje de lado para cobrar la indemnización por despido.