Diario de León

OPERACIÓN PÚNICA CONTRA LA CORRUPCIÓN

El día del heredero de Lugueros

Orejas se convierte hoy en el tercer presidente de la Diputación en el actual mandato, sin el apoyo de la oposición.

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asun g. puente | león
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Cuando hoy reciba el bastón de mando de la institución provincial, Emilio Orejas (Lugueros, 1975) se convertirá en el presidente número cincuenta y siete en los 201 años de vida de la Diputación de León. El alcalde de Valdelugueros, hasta ahora diputado de Deportes y Juventud, llega así a la primera línea de la política desde un trampolín que nunca hubiera imaginado el día en que llegó al Palacio de los Guzmanes —en julio de 2011— para ocupar por vez primera uno de los veinticinco escaños de la corporación.

En el ‘annus horribilis’ de la institución provincial, Emilio Orejas sucede en el cargo a Marcos Martínez Barazón, quien el lunes presentó su dimisión por su implicación en la trama corrupta que desencadenó la operación Púnica y su encarcelamiento. Medio año antes, el 12 de mayo, la Diputación perdió a la presidenta con la que inició el mandato: Isabel Carrasco, asesinada en un crimen que conmocionó a la provincia.

Hasta su llegada al Palacio de los Guzmanes, en el verano de 2011, Orejas era el alcalde del municipio donde su familia supone toda una saga ligada a los destinos políticos de sus pueblos al pie del puerto de Vegarada. Compatibilizaba, y aún no hace, sus tareas de regidor con el cargo de gerente en la empresa de la que es copropietaria su propia familia: Embutidos Vegarada. Se hizo con el bastón de mando de Valdelugueros, un ayuntamiento de poco más de 500 habitantes en 2003, cuando tenía 28 años, y desde entonces ocupa el sillón de forma ininterrumpida. Antes que él, su padre, Miguel, era el alcalde desde la década de los setenta.

El nuevo presidente de la Diputación forma parte del Partido Popular desde los 17 años, cuando decidió sumarse a las filas de Nuevas Generaciones. Vive la política «muy cerca» desde su infancia y considera que los «alcaldes son gestores, no políticos, deben estar al servicio de las necesidades de sus vecinos, escuchar los problemas». De su familia, cuenta, aprendió el «valor del trabajo, la honestidad y el respeto a los demás».

Cursó estudios de Ingeniería Técnica Agrícola y antes pasó por los Agustinos, donde su madre era profesora. El menor de tres hermanos varones, Emilio Orejas se define a sí mismo como «trabajador», «orgulloso» de su familia y un «enamorado de la montaña, la provincia y sus gentes». De los demás admira la integridad y la coherencia con las ideas y hechos y detesta justamente lo contrario. Está casado y tiene dos hijos (un niño de 7 años y una niña de 4). El esquí, la montaña, la naturaleza y pasar buenos ratos con su familia y amigos ocupan sus preferencias entre las aficiones.

Tras la detención y posterior encarcelamiento de su antecesor, su partido puso en marcha la maquinaria para su sustitución. No podían permitirse errores después de lo sucedido con el sustituto de Isabel Carrasco y midieron al milímetro al candidato. Deshojando la margarita, descartando nombres por diversos motivos, entre los catorce diputados del PP que podían ser presidentes, llegaron a la conclusión de que Emilio Orejas respondía al perfil que buscaban: un político joven sin pasado controvertido, capaz de aglutinar consenso entre sus compañeros.

«Es cercano, amable, paciente y le gusta escuchar», dicen diputados cercanos al alcalde de Valdelugueros. La oposición no se fía: el PSOE, la UPL y los no adscritos ya han anunciado que hoy no apoyarán su nombramiento. Creen que seguirá la estela de la ‘herencia de Carrasco’.

Desde el Partido Popular, finalmente, se aceptó que fuera el propio grupo quien propusiera el nombre. Orejas resultó el elegido. Para la dirección provincial y autonómica el candidato les resultó «oportuno, razonable, no le dimos más vueltas», asegura el líder del PP leonés, Eduardo Fernández.

¿Es Emilio Orejas una apuesta de futuro para los ‘populares’ leoneses? ¿O sólo una solución, un repuesto, para terminar los ocho meses que restan para el fin del mandato? «Eso ahora no toca», responde su jefe de filas en el partido.

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