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«Papá lo hizo muy bien»

La larga saga de los Orejas protagoniza una ceremonia obligada a la discreción .

El presidente recibe el saludo de Eduardo Fernández y Arancha Miguélez.

Publicado por
a. g. Puente | león
León

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Lejos del boato y de las pomposas listas de invitados de otros, recientes, actos de proclamación e investidura de presidente de la Diputación, la ceremonia de ayer estuvo teñida de austeridad, máxima brevedad y los gestos justos obligados por el protocolo. Y es que el juramento de un tercer presidente en un mismo mandato, con las circunstancias que rodearon, sobre todo, la dimisión del último responsable de la institución provincial, obligaron precisamente a un acto marcado por la total discreción.

En menos de treinta minutos, la ceremonia quedó despachada para la historia. Un acontecimiento que para la larga saga de los Orejas Orejas de Valdelugueros seguro que fue demasiado breve. Todos, padres, tíos, sobrinos, primos, mujer e hijos, siguieron cada segundo con orgullo y emoción.

El punto más tierno de los treinta minutos tuvo como protagonistas a los pequeños del presidente: Emilio , de 7 años, y su hermana, Clara , de 4. Acompañados por su madre, Silvia , la esposa de Emilio Orejas , aplaudieron hasta que les llegaron las fuerzas el momento en que su padre fue proclamado presidente. La niña decidió que su muñeco favorito, Pabli , le acompañara al momento más importante en la trayectoria política de su progenitor.

«Papá lo hizo muy bien», dijo el pequeño Emilio tras escuchar sin pestañear el discurso de su padre. El patriarca de los Orejas, Miguel , quien cedió el testigo del bastón de mando de Valdelugueros a su hijo en 2003, confesó sentirse «orgullosísimo» del menor de sus vástagos. «Yo siempre le veo con buenos ojos, lo ha hecho muy bien».

Entre los invitados, un puñado de alcaldes, el líder del PP leonés, parlamentarios ‘populares’, el alcalde de la capital, el subdelegado del Gobierno y no muchos más... El PSOE optó por el desplante no sólo en la ceremonia, con ausencia de cargos socialistas, sino también a la hora de la tradicional foto de familia que la corporación hace con cada nuevo presidente. «Hemos perdido la confianza», admitió Rodríguez Aller . La sombra de Barazón también planeó ayer.