«Cada día en la cárcel pensaba qué he hecho yo, por qué estoy aquí y quién me ha metido»

Quiere exprimir cada momento de la vida en libertad desde que el jueves por la tarde abandonó la prisión de Navalcarnero. Sus dos primeros días fuera la cárcel han sido, según él mismo relata, un reencuentro con su familia y sus amigos más cercanos e incondicionales, descanso, deporte, su agenda de padre ligada a los partidos de fútbol y baloncesto los fines de semana y momentos de ocio con sus dos hijos, a los que acompañó al colegio el viernes, nada más levantarse tras su primera noche en casa.

A mediodía de ayer Marcos Martínez Barazón acudió solo y puntual al pabellón deportivo del centro escolar de sus vástagos, saludó a los entrenadores y recibió la bienvenida y el ánimo de muchos padres allí presentes. Sereno, aunque con las señales de la preocupación y el sufrimiento en el rostro.

«Voy a hacer vida normal, no tengo por qué esconderme de nada», afirmó. En un lugar discreto, acompañado por un amigo, siguió el partido de baloncesto de su hija mientras atendía al teléfono móvil que no cesaba se sonar y recibir mensajes. «El viernes atendí cientos de llamadas, de mucha gente que quería darme ánimos y preguntarme qué tal me encontraba. Hoy por la calle me paran también muchos para saludarme y darme su apoyo; es muy emocionante recibir este respaldo y cariño».

Entre las llamadas, también «algunos» miembros y cargos de su ex partido, el PP, y de diputados provinciales. «Es difícil explicar cómo fue la experiencia en la cárcel, hay que vivirla», dice a quien le pregunta. «Aguanté lo que no está escrito, fue muy duro».

Durante sus cuarenta y tres días encarcelado, aseguró ayer, en las largas horas en soledad tres preguntas volvían una y otra vez a su mente: «Qué he hecho yo, por qué estoy aquí y quién me ha metido en prisión». Tres preguntas para las que aún, reconoció, no tener respuesta.

En su afán por poner en marcha cuanto antes su vida normal, confirmó que mañana volverá a la Diputación. Comenzará la semana con la actividad habitual del resto de los diputados no incluidos en el equipo de gobierno, es decir, acudirá a sus comisiones informativas y atenderá a su labor de despacho en la oposición.

Ese día estrenará su condición de diputado no adscrito, tras su expulsión del grupo popular después de que su partido le cerrara sus filas tras conocerse su imputación en la operación Púnica. Con este paso, Marcos Martínez Barazón hace oídos sordos a las órdenes de su ex formación política que le exigen la entrega «inmediata» de sus actas como diputado provincial y concejal en el Ayuntamiento de Cuadros, donde fue alcalde 24 años.

Una actitud que sigue las directrices de su defensa para sustentar la tesis de su inocencia. También tiene intención de participar activamente en sus labores como miembro de la corporación de este municipio en el alfoz de la capital. A la hora de hablar de sus compañeros, también ya concejales no adscritos, se queda sin palabras. «Me emocionan, no puedo decir más».

Su primera cita en la Diputación mañana será a las 10.00, en la comisión informativa de Deportes, Juventud y Turismo. Como diputado no adscrito tiene derecho a acudir a las seis comisiones establecidas en la institución provincial. Dos horas más tarde, esa misma jornada, irá a la de Fomento, Desarrollo Rural y Medio Ambiente.

Los siguientes días se celebrarán las otras cuatro: Derechos Sociales, Cooperación, Hacienda y Cuentas. Además, este mes en la agenda tendrá un pleno ordinario y el extraordinario para debatir el presupuesto de la institución provincial para el año que viene.

A su nueva actividad política acompañará sus obligaciones como imputado (debe acudir al juzgado una vez al mes) y el trabajo en su defensa con su letrado. Seguirá los acontecimientos de la operación Púnica y las pesquisas e interrogatorios que realiza el juez Velasco en la Audiencia Nacional.