La caída de un 39% de población rural hace «urgente» reducir las guardias
«De máxima urgencia». Así califica el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Antonio Carrasco, la necesidad de reducir las guardias de las farmacias de la zona rural. De lo que se trata es, según Carrasco, de «racionalizar», es decir, aumentar las guardias de algunas farmacias para bajar el peso de otras en las que apenas hay ya población a la que atender. La propuesta es que ninguna farmacia haga más de una semana de guardia al mes y aglutinar las oficinas por municipios más próximos. «El mundo de la farmacia ha cambiado tanto desde la orden de 1998, sobre la que se basa la distribución, que nada tiene que ver con lo que había hace vente años. Y seguirá cambiando en los próximos meses con la llegada de la receta electrónica».
En una reunión reciente en Valladolid, Carrasco presentó a las autoridades sanitarias estudios en los que se evidencia la caída del 39% de la población en la zona rural de León.
«Durante estos años, no sólo el país se ha visto sacudido por una de las mayores crisis de la historia, también el mundo de la farmacia es, según datos del Ministerio de Fomento del mes pasado, ha sido el más perjudicado, por encima de la construcción. El descenso medio ha sido del 6% mientras el gasto farmacéutico ha disminuido un 30%».
Carrasco echa mano del desarrollo de las comunicaciones y las tecnologías para demostrar que «nadie de los que prestan servicios y trabajan en las zonas rurales viven en ellas. Alcaldes, banqueros, establecimientos, educación, sanidad, inspección, viven fuera de la zona rural».
La implantación de las dosis de medicamento de urgencia en los centros de salud, que ha supuesto una inversión en la Comunidad de 20 millones de euros, «y que muy bien podían haber repartido entre las farmacias que hacen guardia que han dejado de dispensar esos medicamentos».
