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La ULE elimina la envolvente que ideó Martín-Granizo para el politécnico

Otro arquitecto reescribe el proyecto por el que la concejala cobró 475.000 euros.

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álvaro caballero | león
León

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El proyecto que le adjudicó la Universidad de León en junio de 2007, con un cheque asociado por los servicios de redacción, consultoría y asistencia de 475.000 euros, volvió a su mesa este mes pero reescrito. Ahora como concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de León, Belén Martín-Granizo se encontró, en medio de la comisión informativa que preside, con la propuesta de modificación en la que desaparece buena parte del trabajo que definió junto a su marido y compañero de estudio, Daniel Díaz Font, para el edificio politécnico del campus de Vegazana. Unos planos en los que se tacha sobre todo la envolvente climática y la ejecución de la fachada ventilada, que era la seña identificativa, así como otros cambios en instalaciones, cubiertas y distribuciones. Con el informe técnico favorable, la edil del PP, tras varias consideraciones y críticas a los promotores que mandó al secretario que no se recogieran en el acta, aprobó junto al resto de miembros la modificación de la licencia de obras de lo que en otro tiempo llevó su firma de arquitecta.

El proyecto sigue adelante enmendado por el arquitecto Lorenzo Muñoz Vicente, quien asumió el encargo después de que la institución académica prescindiera del concurso de la edil y su socio amparada en los informes técnicos que cuestionaban la falta de viabilidad y el elevado coste de mantenimiento de los elementos de aislamiento térmico, además del error de cálculo de los precios asociados a materiales como los restreles. Unas consideraciones que les enfrentaron a la primera empresa adjudicataria, Sacyr, que fue la encargada de elaborar los documentos que desmontaron las tesis climáticas del «concepto de invernadero» que habían dispuesto Martín-Granizo y Díaz Font, a partir de una «envolvente» formada por materiales «fundamentalmente vítreos engarzados en una estructura metálica ligera» que revestía el edificio «en fachadas y cubierta pero sin llegar a tocar el suelo, configurando una especie de campana sobrepuesta e ingrávida», según publicitaron tras ganar el concurso de adjudicación convocado en 2007.

Coste de mantenimiento

Nada de la envolvente queda, censurada su falta de funcionalidad y su alto coste de mantenimiento, en el proyecto aprobado ahora y que ya se puede ver en el campus, justo en frente del colegio de los Jesuitas. En los nuevos planos, gran parte de los cuales ya están ejecutados a pesar de que el permiso de obras se aprobó el 5 de diciembre, se detalla la necesidad de demoler dos cerramientos de fachada de los que había previstos en el plan inicial de la concejala, además de derribar tabiques interiores para mejorar la distribución, variar el colector y modificar la configuración de instalaciones de agua y electricidad. Como hace constar el profesional en su proyecto, la sobre cubierta «requiere un consumo de recursos económicos muy importante que no es necesario» y tanto «la instalación de calefacción como de refrigeración están sobredimensionadas», lo que ocasiona «un sobrecoste en la obra y un gasto adicional para calefactar o refrigerar el edificio». Unos apuntes que concede después de mostrarse respetuoso con el trabajo de Martín-Granizo y Díaz Font, «profesionales competentes», pero resumir que su trabajo pasa por cuestionar «los elementos o soluciones estéticas que supongan un perjuicio objetivo para la Universidad de León en forma de exceso de costes de mantenimiento, exceso de costes energéticos, disconfort o exceso de inversión necesaria».

Los cambios aplicados servirán para que la Universidad de León pueda poner en funcionamiento la primera fase del edificio politécnico, que se concibió como un macroproyecto con 20 millones de euros del que ahora tan sólo se contempla el centro cibernético. Un módulo que empezó a construir Sacyr y se paró en 2011, tras ejecutar apenas 1,5 millones, y que se readjudicó en 2013 a Edhinor por 2,9 millones de euros, por encima de los cuales se apuntan otros 603.345 euros del equipamiento interior adjudicado en 32 lotes a diferentes empresas.

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