Ensanchamiento de las aceras y arreglo de calvas del empedrado

El proyecto de la reforma de la plaza del Grano se presentó como la única obra relevante del mandato del PP, más allá de los cambios inmediatos que se hicieron para acabar con la reurbanización de Fernández Ladreda y el parque de Pocoyó en Papalaguinda, así como los dos planes de asfaltado que se han ejecutado y el que se planea para este primer trimestre del año. Nada se sabe de otras iniciativas que llegaron a apuntarse, como el nuevo parque del jardín de Correos.

Pese a la importancia que se le concedió por parte del equipo de gobierno, que quiso convertirlo en una bandera de la labor del área de Urbanismo, tan sólo se contempla para este mandato una parte mínima del proyecto que diseñó Cañas Aparicio: la ampliación de las aceras para garantizar la accesibilidad de las aceras, sobre todo en la parte trasera de la iglesia del Mercado, y la reparación de las calvas. El resto de la intervención queda pendiente para el siguiente mandato, si el nuevo gobierno municipal lo rescata: el saneamiento de toda la plaza para la colocación de canalizaciones subterráneas que acaben con los hundimientos y la colocación paño por paño de los cantos rodados del empedrado.