convención del pp
Aznar alecciona a Rajoy y pregunta «¿Dónde está el Partido Popular?»
El ex presidente plantea si los populares aspiran a ganar las próximas elecciones.
«Si queréis, contad conmigo». Sonó más a ofrecimiento y rescate que a reprimenda. Y el tono del discurso de José María Aznar tuvo más aleccionador que de censura ante Mariano Rajoy, sentado en la primera fila del Palacio Municipal de Congresos de Madrid, desde donde recibió las pautas del presidente de honor y su mentor. Reivindicó el ex presidente del Gobierno su lugar en el PP y a todos dejó claro que no vuelve quien no se fue. «¿A dónde me había ido yo?», preguntó retórico después de una larga ausencia en los actos del partido.
Los desencuentros y las diferencias con Rajoy han provocado tiempos de distanciamiento en los que Aznar no dejó pasar ni una oportunidad para incluso recriminar que no le llamaran para la campaña de las elecciones europeas de 2014. Pero ahora, reclamado por la dirección en uno de los peores momentos del partido, resurgió para marcar la senda y, fundamentalmente, despertar a una formación adormecida: «¿Dónde está el Partido Popular?». Dos veces lo tuvo que preguntar mientras los populares respondían desacompasados «aquíííí». «Yo voy a responder a esa pregunta», facilitó Aznar, «yo estoy aquí porque creo que el PP está aquí». Y España, recordó con énfasis, «necesita que el PP esté y que se note que está».
El ‘dónde está’ centró las conversaciones de los dirigentes de la formación en la primera jornada de su convención nacional. Puestos en pie recibieron «con aplausos estruendosos», como reconocían los populares, a quien es el presidente de honor del PP. «Ha sido un discurso potente», «ha venido a colaborar» y «el partido está en camino», fueron algunos de los comentarios más repetidos en los pasillos entre el entusiasmo y la esperanza. Los más críticos subrayaron que queda, sin embargo, que la dirección asuma que sin reconocer los errores no se avanzará, y su percepción es la de que esa es una asignatura pendiente.
En ello incidieron tanto Aznar como la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, que precedió al ex jefe del Ejecutivo en el escenario caldeando el ambiente. Aguirre aconsejó reconocer la realidad, el «recelo» de los españoles, en un momento «especialmente crítico» para la política española. Remató Aznar: «lamentaremos las decepciones y asumiremos los errores».
El PP se enfrenta a su año electoral más difícil y en algunos sectores del partido se critica el haber apostado por un discurso deslavazado en el que se destacan los logros económicos y no se planta cara en la arena política. Aguirre pidió un «rearme ideológico» y Aznar recordó lo que los populares tienen frente a sí mismos para subrayar que ya no vale ser «los menos malos», hay que «aspirar a ser los mejores».
Esperaban los populares la receta del éxito y primero tuvieron que responder «sí» a la cuestión que nadie esperaba y que todos daban por sobrentendida: «¿Aspira realmente el PP a ganar las elecciones?» Otra vez formulada dos veces porque advirtio que en los comicios de 2015 más que el partido está en juego el país. La solución, la suya, pasa, entre otras cosas, por la fidelidad a su electorado. El electorado que el PP trata de recuperar, atraer desde la abstención, y que incluye al sector más conservador con el que conecta Aznar. Es una de las razones por las que él estará presente en la campaña electoral.