Rechazo a la reforma de Wert de bajar los grados a tres años

La nueva reforma del sistema educativo planteada por el ministro José Ignacio Wert ha vuelto a sacar a la calle a la comunidad educativa. El Gobierno aprobó ayer el real decreto que establece la nueva ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y que permite a los centros académicos ofertar, de forma voluntaria, grados de tres y másteres de dos años, lo que se conoce ya como el sistema 3+2, frente al actual de los cuatro años de grado y uno de máster. Wert resaltó que, con los datos actuales, la reducción en un año de la duración de los grados que decidan las universidades supondrá un ahorro en el coste de las tasas para las familias de 150 millones de euros. Sin embargo, esta medida ha sacado a la calle de nuevo a los sindicatos y ayer, medio centenar de personas convocadas por Csif, Stele, Fete-UGT y CCOO, y respaldados por el sindicato Alternativa Estudiantil Universitaria, se concentraron en el Campus de Vegazana para protestar en contra de esta reforma que «mercantiliza» el sistema universitario y que «dificultará aún más el acceso de los estudiantes a la universidad, al encarecerse los precios con los másters». Además, reiteran que el Gobierno ha vuelto a afrontar un cambio en el sistema «sin consenso ni diálogo». Desde Stele, José Santamarta recordó que la medida supone «una gran desorganización» y «la privatización» de la educación universitaria y Jesús López Iglesias, de Fete-UGT recordó que en los países que ya cuentan con el 3+2, «los másteres son un 70% más baratos que en España».

Entre los manifestantes, el decano de Económicas, José Miguel Fernández, quien recordó que la formación de los alumnos «ya perdía» al pasar los títulos de cinco a cuatro años y, tras apostar por la estabilidad del sistema, recordó «que en la mayoría de los casos será necesario un posgrado para que los alumnos tengan capacidad para ingresar el mercado laboral, lo que encarece el coste del sistema actual con el precio de los máster».

Hermida y Herrera

El rector de la Universidad de León (ULE), José Ángel Hermida, declaró ayer a Ical tener una opinión «dividida» en relación al decreto 3+2 de carreras universitarias. Para Hermida, este decreto «puede tener cosas positivas», pero denunció «la premura» de tiempo con la que se ha hecho y defendió la homologación del sistema educativo español «todo lo posible» con los sistemas europeos, en especial de países próximos como Francia, Alemania o Portugal, donde se cuenta con este sistema 3+2, algo que hasta el momento ha dificultado el reconocimiento de los títulos de máster españoles en estos países. Por eso defendió el posible avance en esa línea porque «puede tener cosas positivas», pero recordó que la «premura» de su aprobación hace que convivan «grados de cuatro años con antiguas licenciaturas de cinco años, y nos vamos a ir a que durante un tiempo vamos a tener grados de cuatro años, de tres y el resto de las antiguas licenciaturas», dijo.

Por su parte, el presidente de la Junta de Castillla y León, Juan Vicente Herrera, abogó por estudiar el nuevo modelo universitario y apostó por «dar estabilidad» al sistema a través de grandes pactos. «Debemos dar al sistema universitario una estabilidad aunque no sé si estamos en tiempos de grandes acuerdos», subrayó Herrera