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«La Justicia se empeña en no avanzar, es una vergüenza»

Publicado por
León

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El 13 de mayo de 2005 permanece grabado a fuego en la memoria de la familia Fernández Ameijeiras. Una losa imposible de soportar que ni siquiera el paso tiempo es capaz de sanar. Su caso parece sacado de la más cruel novela de terror y todavía hoy, diez años después, continúa provocando pesadillas. Y es que el conocido como crimen de Navatejera sigue aún sin esclarecerse «porque la Justicia se empeña en no avanzar, es una vergüenza», como denuncian los padres de Rocío Fernández, la joven que desapareció en extrañas circunstancias hace ya casi diez años.

Con 24 años, Rocío se quedó embarazada del que por aquel entonces era su novio. «Una mañana decidió arreglar las cosas con él porque el presunto padre se negaba a hacerse cargo del pequeño. Desde ese día no volvimos a verla», relatan sus padres.

«Al principio nos enviaba mensajes para decirnos que estaba bien», pero el 7 de junio apareció muerta en un vertedero de Navatejera con evidentes signos de violencia. «El caso ha estado lleno de despropósitos desde el primer momento» —denuncian los progenitores. «Ya la primera autopsia fue una chapuza total».

Ambos culpan de este letargo a la juez que lleva el caso, «que no ha hecho más que poner trabas para que así el proceso quede archivado», aseguran. De hecho así sucedió en un primer momento, pero la insistencia de los abogados de la familia consiguió que la Audiencia Provincial lo reabriese. Hasta la fecha hay dos imputados, el compañero sentimental de la joven y un amigo, pero la juez no encontró indicios contra ninguno y ambos quedaron en libertad.

«La Policía Local detuvo a unos rumanos que confesaron que sabían lo que había pasado, pero no se tomó en cuenta ese testimonio y el principal sospechoso se ha negado a realizarse las pruebas de ADN. ¿Si es inocente, por qué no colabora con la justicia?», se preguntaba hace tres años el abogado de la familia de Rocío.

El asunto se enrevesó aún más con la denuncia presentada por la juez instructora contra el letrado de la familia ante el Colegio de Abogados por disconformidad con sus prácticas.

Continúa la batalla

En la actualidad, la familia prosigue su particular batalla para que el principal imputado se someta a las pruebas de ADN, pero por el momento no lo ha logrado. «Es un paso básico que podría resultar definitivo», insisten unos padres que aseguran no descansar «ni un sólo día» desde que su hija apareció muerta. «Ya hemos perdido la cuenta del dinero invertido para no llegar nunca a ningún término, es increíble que la Justicia nos haya dado la espalda».

Fuentes de la Guardia Civil aseguran que este es uno de los casos «más insólitos y terribles» que han tenido lugar dentro de la provincia.

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