La Junta exige que Everest garantice el compromiso de futuro del nuevo dueño

La Junta de Castilla y León exige al grupo editorial Everest que garantice el compromiso de futuro y con los trabajadores del comprador que se haga con la empresa leonesa, inmersa en un proceso de venta. Así lo aseguró ayer el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, durante el pleno de las Cortes de Castilla y León en el que se debatió la concesión de ayudas a la compañía. Villanueva, que reiteró que pretenden ser «parte importante de la solución», insistió en que Everest tiene «un problema muy delicado y una crisis seria».

Señaló que la intención de la Junta es solucionar el problema de los trabajadores (a los que se adeudan nóminas), y garantizar el futuro de la empresa. «Para eso debemos tener garantías y buscar soluciones con entidades financieras y acreedores, que vayan más allá de unos meses».

El consejero explicó el contenido de la carta que la Junta envió el pasado 29 de enero (el jueves) a la dirección de Everest, en la que se especifica a qué ayudas puede optar. Pero criticó que los grupos de la oposición pretendan que «la empresa nos anuncie que ha hecho una oferta pública y formal de venta, y que la Junta tenga que dar dinero sin saber quién va a ser el dueño de la empresa».

Mientras tanto, instó a los propietarios actuales a que «garanticen la operación con sus medios personales. Los propietarios no pueden abandonar la empresa, sino garantizar que el dinero que la Junta adelante para pagar las nóminas vaya a ser respaldado por el nuevo inversor».

Por su parte el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, destacó en el pleno que se reunió la pasada semana «de manera personal» con la empresa, y criticó que se utilice el «agravio comparativo» con las ayudas concedidas a empresas en dificultades de otras provincias.

Carta

La carta enviada desde la Consejería de Economía al director general de Editorial Everest, Miguel López Varela, exige que «conociendo que el grupo se encuentra en proceso de venta sería necesario conocer el avance de este proceso y el compromiso del inversor con el futuro del grupo en Castilla y León, que implicaría conocer su participación con el plan de reestructuración que se abriría tras el período de salvamento».

La carta recuerda al grupo que no cumple las condiciones para acudir a convocatorias de préstamos públicos; pero reitera la «firme voluntad de la Junta» para apoyar el futuro de la compañía y el mantenimiento del empleo. Para ello, la empresa debe «solicitar formalmente» las ayudas europeas para reestructuración de empresas en crisis, que le permitirían recibir tres millones de euros.

Antes, la petición debe «estar respaldada por un plan de negocio» que justifique el destino del dinero; así como por garantías de la empresa y sus socios para cubrir la operación. Y negociar la refinanciación. Una vez cumplido este trámite, «nuestra disposición es dar la máxima agilidad» a la autorización de la operación, por lo que solicitan que la documentación les sea entregada «de inmediato».