«Si uno riñe el otro se calla, así los enfados duran poco»
Pedro y Benita llevan 53 años casados. «Después de vivir una vida juntos, trabajando mucho, el cariño es más grande. Ahora nos hacemos más falta». Pedro se casó con 26 años enamorado de la joven de San Justo de la Vega de 22 años. «A esa edad yo estaba muy bien», recuerda ella. Pero a Pedro le atrajo, además de su físico, su formalidad. En más de medio siglo de convivencia el matrimonio no se ha proferido ni un solo insulto. «Ni una palabrota», dice ella. «si alguna vez le oyera un insulto me asustaría porque nunca lo ha hecho». Aunque sí ha habido enfados. «Claro que nos hemos enfadado, eso es normal, pero no nos duraban nada». El secreto lo tiene Pedro. «Si uno riñe el otro se calla, así pasa y los enfados duran poco. Hay que respetarse». Los dos están de acuerdo en que el diálogo abona el cariño. «Hay que contarse todo. Por mucho trabajo que tengas tienes que saber cómo van tus hijos, sus problemas, los de tu mujer, todo». Pedro y Benita no salen nunca el uno sin el otro. Viajan mucho. «Si fuera más joven me volvería a casar y tú serías mi primera candidata», le dice Pedro a Benita. Las palabras respeto y formalidad son las más utilizadas por este matrimonio. «Lo más importante para que una pareja funcione es la formalidad,el respeto que hay que tener el uno por el otro».
Este año viajarán a Buenos Aires con el Club de los 60. «Nuestra luna de miel fue a Barcelona».