EMPRESAS EN CRISIS
Los trabajadores de Everest van a la huelga y exigen cobrar sus salarios
La plantilla reclama también la retirada del ERE que entró en vigor el viernes
Los trabajadores de Everest protestan ante la casa de los propietarios de la empresa
Los trabajadores de las tres empresas que forman el grupo editorial Everest decidieron ayer en asambleas, celebradas por la mañana y por la tarde, dar un paso más en las medidas de presión que llevan semanas adoptando para exigir por un lado las ayudas que permitan la viabilidad futura de la compañía y por otro el pago de los salarios adeudados. El comité de empresa confía en que en el plazo de dos días el Servicio de Relaciones Laborales (Serla) convoque una reunión para que la medida pueda hacerse efectiva, según explicó el presidente del comité, Enrique Reguero.
Los trabajadores decidieron también en las asambleas exigir con estas medidas de presión la retirada del expediente de regulación de empleo, que entró en vigor el pasado viernes.
Los trabajadores, que no descartan apoyar la huelga indefinida con otras medidas de protesta en los próximos días, consideran que las actuaciones de la empresa y la Junta de Castilla y León están convirtiéndose en un pulso que está dilatando la adopción de las medidas urgentes que requiere la empresa para poder entrar de nuevo en funcionamiento y atender los encargos pendientes.
Nóminas
Además, este pulso está dilatando la llegada de un dinero a la compañía editora que es necesario para que afronte el pago de las nóminas pendientes. Desde el comité recuerdan que muchas de las 320 familias que dependen de la empresa leonesa están viviendo una situación dramática, con dificultades para pagar sus hipotecas y los recibos de sus casas, e incluso para atender sus necesidades más básicas. La empresa adeuda a los trabajadores los salarios de diciembre y enero, además de dos pagas extra y otra media del año pasado.
Enrique Reguero destacó ayer que los trabajadores están dispuestos a mantener la paz social que se les reclama desde el Gobierno autonómico, pero si se producen gestos efectivos sobre la voluntad de conceder el crédito de 3,2 millones de euros que se considera vital para que la compañía pueda seguir funcionando.
Respecto a las negociaciones con posibles inversores, desde el comité recuerdan que según la empresa se están llevando a cabo, pero advierten también de que en caso de lograrse un acuerdo llevaría tiempo materializarlo. Un tiempo del que carece la compañía, que requiere el acceso inmediato a crédito para comprar materia prima con la que poder hacer frente a los encargos que tiene paralizados; además de afrontar el pago de los salarios adeudados. Los trabajadores lamentan las trabas que se ponen a este crédito.