Más tierra para que sea leve

No quedan más que media docena vacías. «Y menos mal que ahora a la g ente le da cada vez más por la incineración», admiten los responsables del cementerio de Puente Castro, donde la mancomunidad de servicios funerarios ha licitado ya el proyecto para la construcción de otras 40 sepulturas de suelo. Ya hay 10.047 cavadas en el suelo de los más de 75.000 metros cuadrados que conforman las instalaciones del camposanto, pero se necesitarán más, como avisan, después de que hace apenas dos años que se ejecutaran otras 40 nuevas de las que sólo hay dos vacantes en estos momentos.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 29.793 euros, según los pliegos del concurso planteado por la mancomunidad, en la que se agrupan los ayuntamientos de León, San Andrés y Villaquilambre. Una «precaución» para tener «disponibilidad», como admite el gerente de Serfunle, Jerónimo Miguel, quien apunta que la demanda anual de estas unidades de enterramiento se sitúa en la actualidad en «algo menos de una veintena». «Además, hay que tener en cuenta que también quedan espacios vacíos de personas que deciden trasladar los restos o sacarlos para su incineración», explica para justificar la adecuación del encargo a las necesidades a corto y medio plazo de las instalaciones.

La ampliación dl número de sepulturas llega después de que hace apenas dos años se construyeran además un centenar de nichos de pared para poder atender las peticiones que se habían creado. Una demanda que no se debe tanto a que en estos momentos no se encuentren espacios vacantes, puesto que hay «cerca de 300» sin titular, sino en que la carencia se produce en aquellos que más quiere la gente, que son de la segunda y tercera altura, mientras que los de quinta y sexta, por sus dificultades para acceder, son rechazados de manera frecuente por los familiares.

En total, en la actualidad son 10.131 unidades de enterramiento de este tipo, según trasladan los responsables del camposanto, que insisten en que no es necesario por el momento planificar una nueva construcción de nichos, pese a que la demanda anual ronda el centenar. No se plantea tampoco la ejecución de nuevas capillas, a pesar de que hay tan sólo tres vacías y en no muy buenas condiciones de las 630 repartidas por el camposanto, que se completa con 23 personas que descansan en el recinto musulmán, además de la capilla laica creada como homenaje a los represaliados de la Guerra Civil.