León, a la cola de la recuperación económica de la comunidad

A la cola. León es la provincia en la que menos indicadores económicos evolucionaron de forma positiva durante el año del inicio de la recuperación, el 2014. Al menos esa es al conclusión del Colegio de Economistas de Valladolid, que realiza un detallado informe sobre los principales parámetros en los que se asienta la consolidación de las bases de crecimiento futuro de las nueve provincias de la Comunidad. Más allá de los avances y retrocesos de los sectores productivos y el mercado laboral, la institución lanza una advertencia a medio plazo: el «enorme» envejecimiento de la población genera, y lo hará de forma más intensiva durante la década que ahora comienza, un coste que sólo en el gasto laboral puede «comer» las cuentas autonómicas.

En este apartado León tampoco sale bien parada. No sólo sufre un mayor nivel de envejecimiento que la anciana media comunitaria, sino que ve cómo sus jóvenes emigran en mayor medida en busca de oportunidades; y también contempla la reducción del colectivo de inmigrantes que en época de bonanza pareció aliviar la depauperada renovación generacional local, pero que hoy desaparece ante la falta de oportunidades.

Tampoco el escenario laboral local invita al optimismo, pese a la mejora en algunos datos. La provincia tiene un problema de fondo, que el análisis de los economistas evidencia más allá de la evolución a corto plazo que los numerosos indicadores señalan.

Según el último informe publicado por los economistas vallisoletanos, el año pasado León perdió el 1,03% de su población (quedó en 484.649 habitantes); y de esa cifra un 25,45% tiene más de 65 años. Son casi dos puntos más que el porcentaje de una Comunidad que ya en conjunto está muy envejecida, lo que «supone un alto nivel de envejecimiento». Más preocupante si se tiene en cuenta la advertencia del decano de los economistas autores del informe, Juan Carlos de Margarida: la Junta debe afrontar un gravísimo problema de despoblación y envejecimiento, porque al ritmo actual el gasto sanitario crecerá un 50% en sólo diez años. Lo que provocará que «los costes nos coman».

El problema se agrava por la falta de alternativas: aumenta el número de jóvenes que se van, y el de inmigrantes que tiran la toalla a la hora de intentar labrarse un futuro en la provincia. La raíz del problema parece clara: falta de alternativas laborales. La tasa de actividad leonesa es del 51%, cuatro puntos inferior al ya bajo nivel del conjunto de la autonomía. Y sólo en el último año la población entre 20 y 24 años disminuyó un 20,33% en la provincia. Leoneses además dotados de un alto nivel formativo, cuyo valor añadido trasladan a otras economías. En la parte positiva se observa un incremento de la población activa de más de 55 años de casi el 22%, lo que implica un alivio a los parados, en general a estas alturas de larga duración, y con muy escasas expectativas laborales hasta el momento.

Consecuencia de todo esto es una tasa de empleo que no llega al 39,5%, y está seis puntos por debajo de la media autonómica. Y la mayor parte de los ocupados (casi el 75%) desarrollan su actividad en el sector servicios. Cuatro puntos por encima de la media. Los economistas advierten que aunque la parte más importante de la riqueza recientemente creada proviene del sector servicios, es la industria la que da mayor estabilidad al crecimiento. En este punto hay que reconocer que aunque los contratos indefinidos son un porcentaje mínimo de los que se realizan, la industria local firma la mayor parte de ellos en León.

Otro dato a destacar es el mayor porcentaje de trabajadores autónomos que hay en León, que encabeza el ranking autonómico de emprendedores por cuenta propia.