Los universitarios de fuera de León dejan 3,2 millones de euros en la ciudad al mes

Son un revulsivo para la economía ciudad y muchos de ellos son conscientes de ello. Vienen de todas partes de España y Veterinaria es una de las facultades que más alumnos de fuera continúa captando. Se matriculan en la Universidad de León y durante cuatro años realizan en la ciudad la mayoría de sus gastos: comen, salen y pagan un alquiler. Un tercio de los 12.515 estudiantes de la institución leonesa proceden de fuera de la provincia. Cada uno de ellos se gasta una media cercana a los 800 euros al mes que les dan sus padres. «Un sueldo completo», apuntan ellos mismos.

Sus padres asumen los gastos y tras pagarles el alquiler o la residencia, les suelen dar una mensualidad que ellos invierten en algunas compras o en ir al cine y, por su puesto, «para tomar cafés e ir de cortos». La residencia se lleva gran parte de esos 800 euros, ya que de media los jóvenes suelen pagar unos 250 euros de alquiler en un piso compartido, en el que se incluyen los gastos de luz, agua, calefacción o Internet. La alimentación se lleva entre 200 y 300 euros mensuales, ya que los que viven relativamente cerca o hacen viajes frecuentes a casa, aprovechan para llenar la nevera «con los tupers de comida casera». El ocio, las compras, los cafés, las fotocopias para los apuntes, los viajes, el transporte... completan los gastos.

El precio aumentan si los estudiantes apuestan por una residencia universitaria, como es el caso del valenciano Pablo Bermejo, que estudia Veterinaria y que paga unos 750 euros al mes por la habitación y las comidas. También hay otras opciones más baratas, como la residencia en la que se encuentra su amiga la ponferradina Claudia Fernández, quien paga 530 euros al mes.

Ocio barato

A todos estos gastos, se suma la matrícula que tienen que pagar los padres cada año, y que supone un coste total para el grado que va desde los 4.104 euros de los títulos de Humanidades a los más de 9.700 de Veterinaria. «Somos una mala inversión a nivel familiar, porque a nuestros padres no les vamos a devolver todo el dinero que están dejándose con nosotros, bueno, en satisfacción sí, cuando acabemos de estudiar», reconoce el toledano Alberto Rodríguez.

Los estudiantes de fuera destacan las posibilidades que ofrece la ciudad de León, pequeña y fácil, aunque con todos los recursos. A pesar de que indican que no salen mucho por la noche porque los estudios no se lo permiten, al menos todos lo hacen una o dos veces, a lo que suman los cafés y los cortos. «El ocio en León es muy barato», destaca María Rabasa. Procede de Girona y escogió León porque quería irse lejos de su ciudad. Conocía la capital leonesa y le gustaba, además, tiene familia. Ahora, aunque apunta que sale «cuatro o cinco veces al mes» y que en estas salidas se deja unos 80 euros, la cifra aumenta hasta 200 cuando destaca la oferta de la ciudad, con los bares de tapas y la vida que hacen los leoneses en la calle. «Somos positivos para la ciudad, porque con los estudiantes hay más gente joven por la calle y a nada que hagas te dejas dinero», apunta la estudiante de Veterinaria Alicia Velasco, que es de Toro.

Tras destacar los aspectos positivos de León, algunos consideran que sería mejorable el transporte público y que en algunas cosas los precios son excesivos. Las opiniones también son dispares en cuanto a la Universidad de León, sobre todo en Veterinaria. La ponferradina Claudia Fernández destaca que «sigue siendo la mejor facultad de España», mientras que otros compañeros no lo ven tan claro. De Biológicas aprecian el alto nivel de prácticas y mientras unos defienden la labor y la calidad docente, otros indican que «deja bastante que desear». Sin embargo, coinciden en que en términos generales tanto la Universidad como la ciudad, les gustan mucho.