Cerca de 70.500 alérgicos se preparan para pasar una primavera complicada
Asma, rinitis y conjuntivitis empeoran la calidad de vida del 15% de los leoneses.
Las lluvias de los primeros meses del año hacen preveer una primavera complicada para las personas que padecen alergia a las gramíneas. Cerca de 70.500 leoneses se preparan ya para afrontar unos síntomas que empeoran la calidad de vida al 60% de los afectados. Asma, rinitis y conjuntivitis limitan las actividades de los enfermos. El 40% no pueden realizar ejercicio físico, al 35% les impide realizar las tareas domésticas y el 45% no pueden ni subir las escaleras. Los datos corresponden al servicio de Alergología del Hospital de León que atiende cada año a 5.000 pacientes, de los que el 25% son alérgicos al polen. «Las lluvias de los primeros meses del año, y si se cumplen los pronósticos de calor en mayo y junio, anticipan una primavera complicada», asegura el jefe del servicio, Juan Luis Estrada.
Pacientes y especialistas aglutinan estos días el arsenal terapéutico para combatir los síntomas más molestos. Vacunas, antiestamínicos, inhaladores nasales y colirios son los principales aliados, que se suman a otras medidas como evitar el contacto con el polen.
Las recomendaciones
Los expertos recomiendan mantener las ventanas cerradas por la noche, utilizar aire acondicionado con filtros, disminuir las actividades al aire libre durante las 5.00 y las 10.00 horas y de 19.00 a 22.00 horas, mantener cerradas la ventanillas cuando se viaja en coche, permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa, tomarse las vacaciones durante el periodo álgido de polinización y elegir la playa, tomar la medicación, evitar cortar el césped o tumbarse sobre él, no secar ropa al exterior y ponerse gafas de sol.
A la consulta del Hospital llegan cada año 2.500 nuevos pacientes que buscan un tratamiento adecuado a sus molestias. «Las que llegan aquí son los casos más complicados porque la gran mayoría reciben tratamiento en los centros de salud». Los especialista realizan al mes 700 pruebas cutáneas de alergia; 63 test con el parche que se coloca en la espalda para diagnosticar la dermatitis, 100 pruebas intradérmicas; 50 exámenes de tolerancia a los alimentos o medicamentos y 150 espirometrías. Los alergólogos prescriben una media de 150 dosis de vacuna cada mes.
«La edad más frecuente para debutar como alérgico es entre los 20 y los 30 años, pero se puede empezar a cualquier edad y desaparecer poco a poco con los años», asegura el especialista.