La tercera huelga en lo que va de curso saca a la calle a decenas de estudiantes

A pleno pulmón, medio millar de estudiantes de universidad y de institutos recorrieron ayer las calles de la capital leonesa levantando su voz en contra de los recortes educativos y las constantes reformas propuestas por el ministro del área, José Ignacio Wert, en la tercera manifestación y jornada de huelga secundada en León. Al grito de «contra los recortes, huelga estudiantil» o «nuestro futuro no es un juego, basta ya», los universitarios salieron del Campus de Vegazana para encontrarse con los alumnos de enseñanzas medias en la plaza de Santo Domingo y encaminar juntos su recorrido hasta la Dirección Provincial de Educación y la sede del Rectorado de la ULE, donde leyeron sendos manifiestos. La manifestación concluyó con una sentada en Guzmán.

«La comunidad educativa ha salido a la calle para reivindicar una educación pública y de calidad», insistió el representante del sindicato Alternativa Estudiantil Universitaria, Pedro Gómez, quien recordó que además del decreto del 3+2, el Gobierno también fomentará con otras medidas la apertura de nuevos centros universitarios de carácter privado y que permitirá que profesores «con menor cualificación puedan impartir docencia», además de la implantación de la Lomce, que el próximo curso llegará a las aulas de Secundaria.

Desde el sindicato Bloque de Institutos de León, su portavoz Alejandro Castellano, volvió a criticar «el proceso privatizador» emprendido por el ministro Wert, «que está provocando la expulsión de miles de estudiantes del sistema universitario público». Está previsto que tras tres jornadas de huelga, convocadas a nivel nacional y secundadas por las organizaciones leonesas en la provincia, antes de que concluya el curso los alumnos seguirán «plantando cara» al ministro con otra convocatoria de protesta, según apuntó Castellano.

Según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León, en la provincia leonesa no asistieron a clase con motivo de la huelga 1.962 estudiantes desde el segundo ciclo de la ESO hasta el Bachillerato, incluyendo también los ciclos de Formación Profesional, lo que representa que casi un 7% de los alumnos de estas etapas secundaron la huelga. Desde las organizaciones estudiantiles convocantes se destacó que el seguimiento fue masivo en las aulas de los institutos, frente a un seguimiento «irregular» en las clases universitarias, ya que como viene siendo habitual, centros como Filosofía y Letras la apoyaron de forma «masiva» mientras que en otras facultades no se notaron los efectos de la protesta. Estudiantes, profesores y personal de servicio en el campus estaba llamado a secundar la huelga, aunque su presencia en la manifestación fue escasa.

Los sindicatos Csif, CCOO y UGT también respaldaron la protesta, a la que se sumaron algunos trabajadores de Everest y de la plataforma de afectados por la hepatitis C, que cerraban la marcha. La manifestación se desarrolló sin incidentes.