«La imagen de la empresa concursada queda muy afectada, no debería ser así»

El número de empresas que pasan por el análisis del proceso concursal es muy superior al de las que finalmente se declaran. Sin embargo, en la mayor parte de los casos de concurso voluntario el juzgado lo acepta, porque «es difícil que haya fraude». El juez de lo Mercantil de León recuerda que la Ley Concursal tiene «beneficios transitorios para la empresa, pero no son definitivos. Dependen de que los acreedores apoyen el convenio, si no la única salida es la liquidación». Sin embargo, Arraiza reconoce que «la imagen de la empresa concursada queda muy afectada, a pesar de que no debería ser así. El objetivo de la norma concursal es ayudar a salir del bache a la empresa, lo cual debería generar tranquilidad. Pero las estadísticas de los concursos en los últimos años han sido tan negativas que la imagen es otra. Y lo han sido porque las empresas no tienen crédito o no son viables, no porque estén en concurso».

El magistrado señala también que el perfil de las empresas en concurso ha cambiado sensiblemente. «Hasta 2010 el 95% eran de construcción, luego llegaron las del sector energético, las relacionadas con las energías renovables y las mineras, que se han visto muy afectadas. También los transportistas, la subida del gasóleo hizo inviables muchas empresas».

Respecto a las zonas más afectadas por los concursos, señala que están «en todas partes. Es duro viajar por la provincia y encontrarse por todas partes con viejos conocidos».