«Hemos pasado mucho hambre, pero no me rindo» «Si no logro trabajo pediré la dación en pago del piso»

Después de cinco años en paro, la situación de David y Macarena —un matrimonio leonés con tres hijos menores a su cargo— comienza a ser alarmante. «Busco trabajo de lo que sea», aclara él, que en su día regentó un puesto en el rastro dominical. «Lo he intentado de comercial, de aprendiz de carpintero, en gasolineras, de camarero... me adapto a lo que sea, pero las oportunidades no llegan».

Con sólo 30 y 32 años de edad, acostumbran a recorrer diferentes bancos de alimentos en busca de algo que llevarse a la boca. «Más que para nosotros, lo que realmente me importa es dar de comer a mis hijos», remarca Macarena. Ambos recalaban el pasado viernes en el banco de alimentos de la capital, donde sus responsables «se han portado como ángeles de la guarda». Cargan pañales, potitos y alimentos de primera necesidad para «ir tirando» durante un mes en su piso de Ramiro Valbuena. «Hemos pasado mucho hambre, pero no pienso rendirme», finaliza David.

Cuando su marido se quedó sin trabajo hace ahora cinco años, María Jesús de la Fuente apenas imaginaba la pesadilla que estaba por venir. Como tantos otros españoles, se embarcó en la compra de un piso en la zona del Crucero con una hipoteca por la que pagaba cerca de 400 euros al mes. «Los problemas comenzaron cuando no pudimos hacer frente a las cuotas», recuerda. Los primeros doce meses de impagos transcurrieron sin que su banco moviese ficha, más que meros avisos. «El director de la sucursal entendió nuestro caso, pero al año nos llegó una carta; si no pagábamos iniciarían los trámites para embargar el piso». En ese momento recurrieron e Stop Desahucios, que ha logrado una moratoria de cinco años en los que sólo pagan un alquiler social de 38 euros al mes. «Si se pasa el plazo, solicitaré la dación en pago», puntualiza esta leonesa madre de tres hijos. «A raíz de esto, mi vida se ha destruido. Estoy tramitando el divorcio y uno de mis hijos se trata por depresión».