La llegada del AVE duplicará los más de 300.000 viajes de la línea León-Madrid

Una hora y cuarenta y cinco minutos. Será el tiempo de viaje entre León y Madrid cuando el AVE, que llegará a León antes de que comience el verano, alcance su máxima velocidad en el primer semestre de 2016. Supondrá un ahorro de 47 minutos respecto al trayecto actual. Este dato, con el atractivo de una conexión más rápida entre ambas capitales, según las estimaciones del Ministerio de Fomento, permitirá duplicar el número de viajeros actuales.

De acuerdo a los datos de 2014, el número de billetes vendidos —sumados los viajes en las dos direcciones en los trenes Alvia e Intercity— superó los 300.000, un 21% más que durante el ejercicio anterior. La pretensión del departamento que dirige Ana Pastor es que estas cifras se multipliquen por dos con la llegada del AVE. Fue precisamente en León donde la ministra anunció estas previsiones del Gobierno, tras recorrer previamente en el tren laboratorio de Adif el tramo de alta velocidad entre Palencia y León, después de iniciar el viaje de supervisión de la nueva línea desde Valladolid.

En ese momento también anunció que el AVE estará en marcha antes de que finalice la primavera, aunque no concretó fecha. Los 162,7 kilómetros que integran la línea Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León están diseñados para alcanzar una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora, aunque a este límite no podrá llegar hasta que no cuente con el sistema de control de tráfico ERTMS, ya que los primeros meses funcionará con el ASFA (permite una velocidad máxima de 200 kilómetros), tal y comentó la propia ministra que ocurre en las líneas del AVE durante la primera fase de su servicio.

Entre los objetivos de esta infraestructura, destacó dos: la continuidad de la alta velocidad Madrid-Valladolid hacia el norte y el noroeste y la «contribución a la vertebración social y económica de Castilla y León». La nueva línea, en la que está incluida la provincia, beneficia también de forma indirecta a los tiempos de conexión entre la capital del país y Asturias, Cantabria y País Vasco, lo que supone una población potencial afectada de forma directa o indirecta de más de once millones de habitantes.

En estos momentos aún restan por finalizar algunas labores del trazado que traerá el AVE a León, centrados fundamentalmente en la superestructura de la línea, como montaje de vía, electrificación y colocación de instalaciones de seguridad.

Uno de los principales puntos donde actualmente se trabaja para la finalización de la línea se afana en la nueva configuración de la salida norte de Valladolid. Debe desaparecer el actual intercambiador que existe ahora para que los trenes de ancho convencional continúen su viaje hacia Palencia. Ya en la provincia de León, aún no han finalizado las obras de construcción de los dos intercambiadores previstos. Y en la estación de la capital, su nueva configuración está casi a punto, con nuevas vías de apartado y cambio de ancho convencional a ancho estándar en las vías número dos y cuatro. También se encuentran en ejecución instalaciones de telecomunicaciones y control de tráfico.

Finalizados todos los trabajos en la línea, llegará el momento de los cursos que deben realizar los maquinistas que realicen ese viaje, con el objetivo de que conozcan el trayecto al mínimo detalle y se familiaricen con sus características.

Además, el tren laboratorio de Adif sigue realizando trayectos de supervisión y análisis de esta infraestructura para comprobar multitud de detalles técnicos y analizar su comportamiento antes de su puesta en marcha.