La crisis deja sus secuelas en el medio rural y afianza la resistencia en las zonas urbanas
La despoblación sostiene la caída de los índices de pérdida de empleo y actividad, que se hacen más evidentes en el Bierzo.
¿Cuánto han afectado siete años de crisis económica a la provincia? ¿Más o menos que en otras zonas del país, y sobre todo que los territorios vecinos? ¿Qué fortalezas y debilidades tiene el tejido empresarial, demográfico y social leonés para sostener las bases de la recuperación económica? Un análisis del efecto de estos años de recesión sobre el panorama provincial del país dibuja un escenario general. Si se acerca la lupa la realidad revela otros datos significativos. Las zonas rurales de la provincia, incluso las urbanas menos pobladas, son más vulnerables a los efectos de la crisis. La parte más resistente a las embestidas de los ciclos y recesiones, y sobre todo a los recortes que impone el ajuste presupuestario, se concentra cada vez más en las grandes poblaciones leonesas. Y ello con diferencias. La embestida de la crisis ha dejado secuelas sociales más graves en El Bierzo, aunque donde más ha crecido proporcionalmente el paro es en San Andrés del Rabanedo.
Son algunos de los datos que revela el Atlas de la crisis , un informe elaborado por un equipo dirigido por Ricardo Méndez, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía. El estudio divide el país en «una España resistente y una perdedora» en términos de secuelas de los años de dificultades económicas.
Utilizando parámetros económicos y laborales, demográficos e inmobiliarios, los datos dividen en líneas generales el país en dos partes: la zona norte y oeste, más resistente a la crisis; y la del este y el sur, que padece los efectos con más fuerza, debido fundamentalmente a su fuerte dependencia del sector inmobiliario y los servicios.
La provincia de León en conjunto se encuentra dentro de lo que denominan un índice de vulnerabilidad medio a la crisis. Sin embargo, el propio Méndez reconoce que a la hora de hacer un análisis provincial más pormenorizado es difícil sacar conclusiones precisas: el informe se limita a diferenciar las poblaciones de más de 20.000 habitantes, es decir, en León estudia la capital, Ponferrada y San Andrés del Rabanedo.
De las tres sólo Ponferrada tiene un índice medio de vulnerabilidad, León capital lo tiene bajo y San Andrés muy bajo. Lo que revela que las mayores dificultades para afrontar las consecuencias del recorte en el gasto público se concentran en una zona rural marcada por la dispersión y la dificultad geográfica, que ya arrastraban problemas para sus dotaciones de servicios antes de 2006.
Empleo
Pese a que la economía leonesa muestran un «nivel medio» de vulnerabilidad a las consecuencias de la crisis, sus efectos se han dejado notar con más dureza que la media en algunos de los indicadores laborales. Por ejemplo en la destrucción de puestos de trabajo: se han perdido un 14,13% entre 2006 y 2013, ligeramente por encima de la media. En Ponferrada la pérdida de afiliados a la Seguridad Social supera el 19%, mientras en San Andrés es de menos del 5%. En León capital, casi del 9%.
En cambio el incremento del desempleo es en la provincia de casi un 91%, sensiblemente por debajo del más de 132% de crecimiento en el conjunto del país. En León capital el paro registrado ha crecido menos del 77%, algo más del 98% en Ponferrada y más del 138% en San Andrés.
Por lo que se refiere al número de empresas, el nivel provincial se sitúa en la media nacional y ronda un descenso del 17% en los últimos años. Sin embargo mientras en la capital el censo empresarial creció prácticamente un 11%, y ligeramente en San Andrés, en Ponferrada el descenso fue de apenas un 1%. Es decir, la pérdida de tejido empresarial se ha concentrado en los núcleos más pequeños.
León ha tenido, eso sí, un comportamiento mucho mejor que el conjunto en cuanto a la salida al exterior de sus empresas: las exportaciones crecieron un 86% desde 2006, frente a un 37% de media.
La riqueza
Por lo que se refiere al Producto Interior Bruto por habitante, mientras a nivel nacional bajó un 1,22% en la provincia se ha incrementado un 4,62%. Un hecho destacado: en la capital la riqueza por ciudadano creció casi un 10% en este período, y ronda el 9% tanto en Ponferrada como en San Andrés. Lo que de nuevo implica que la pérdida de riqueza se ceba en las zonas rurales.