Bono ve la «semilla de victoria» de Diez en que «Zapatero está bien cerca»

La lista del PSOE al Ayuntamiento de León la bendijo ayer José Bono. El ex ministro de Defensa pasó revista uno a uno a los 27 integrantes de la candidatura en el acto de puesta de largo celebrado en San Marcos, donde recomendó al candidato, José Antonio Diez, que llame «puerta a puerta en la campaña electoral» y abra la suya «a todas las llamadas», pero al que sobre todo encomendó que apueste «por la solidaridad con los que menos tienen». «Tenéis semilla de victoria porque tenéis a Zapatero bien cerca», remató quien fuera presidente de Castilla-La Mancha durante 21 años, después de extender el mensaje entre el auditorio lleno de militantes socialistas para que expliquen a los ciudadanos de León «lo que hizo su presidente» y el anterior «gobierno municipal».

Bono, que se apoyó en Zapatero en el arranque del discurso para augurar que «la historia le hará justicia» al reconocerle como «el presidente del Gobierno con el que ETA dejó de matar», expuso ante la candidatura de Diez su manual para las campañas electorales. Un catecismo que empieza «dando recuerdos a todos y sonriendo», para que sepan que el candidato «está cerca», y que sigue por «no acobardarse ante las encuestas». «Vamos a ganar porque además nos lo dejan fácil», remarcó el ex ministro, quien exigió a los miembros de la candidatura «humildad» porque «no se es mejor que nadie por tener el carnet del PSOE», ya que «es la conducta de la persona la que honra ese carnet». «Hay que escuchar», abundó el histórico socialista, quien defendió la valía de un partido que ha sabido «acomodarse a los tiempos» porque sabe que «hay un motor que puede mover el desarrollo humano: la igualdad, la justicia y la solidaridad». «El día que ganan los socialistas los que más se alegran son los que ven garantizada la prestación de los servicios aunque sus rentas no se los permitan pagar», subrayó.

El ex titular de la cartera de Defensa insistió en ser «humildes y transigentes», además de «escuchar a quien discrepa» y «acercarse incluso a los que los asesores digan que no son de los nuestros». «Hay que ser solidario y autónomo para decir lo que uno piensa ante quien sea. Un alcalde tiene que ser como un martillo pilón que dé gusto a sus vecinos aunque sea a costa de disgustar a su partido», aconsejó a Diez, al tiempo que cargó contra «la radicalidad» del partido de Iglesias. «Vamos a merendarnos a Podemos», animó.