PATRIMONIO
El Nazareno gana cuerpo
La emblemática imagen, que será sometida a un TAC, está en los talleres del escultor sevillano Manuel Miñarro para su primera restauración en 32 años.
Es el primer lavado de cara en 32 años. El Nazareno, imagen titular de la cofradía del Dulce Nombre, está ya en los talleres del escultor y restaurador sevillano Juan Manuel Miñarro López, un viaje que hizo el miércoles protegido con fuertes medidas de seguridad diseñadas por una empresa especializada en traslado de obras de arte y custodiado por un comité especial de seis miembros de la cofradía de León. La efigie viajó 665 kilómetros en un transporte especial, refrigerado, anclado y con cámaras de videovigilancia.
Nuestro Padre Jesús Nazareno ganará cuerpo. Además de restaurar sus partes visibles, como la cabeza, las manos y los pies, el especialista sevillano moldeará un nuevo cuerpo de madera policromada para la imagen más emblemática de la Semana Santa de León. Apenas será perceptible para sus devotos, pero los hermanos de la cofradía podrán vestirlo y cuidarlo para su exposición al público con mucha más facilidad.
El escultor sevillano, especialista en restauración de obras similares al Nazareno de León, reparará también las partes más dañadas de la madera de las manos, pies y cabeza. El trabajo consistirá en tapar las grietas estructurales provocadas por el paso del tiempo y el barnizado de la policromía. «Nada grave, pero si se deja puede ir a más», explica el abad de la cofradía, Antonio José Marne. «El cuerpo del Nazareno es como un maniquí de madera y los brazos son articulados. Lo que vamos a hacer ahora es darle un aspecto más escultórico que resultará más estético y más cómodo para vestir. Un cuerpo nuevo que demandaban los braceros desde hace mucho tiempo».
Pero al Nazareno de León todavía le faltan más pruebas. Dos meses de diagnóstico previo a la restauración en los que se someterá a la escultura a una revisión exhaustiva. Un TAC permitirá desentrañar el estado interior de la madera para descartar que esté afectada por la carcoma, alteración que ya amenazó a la efigie titular en 1983 y que motivó la última restauración. «El restaurador nos ha dicho que hasta que no haga el TAC no se puede saber con seguridad cómo está todo por dentro, pero en una primera revisión no parece tener nada grave».
Cuatro meses
El Nazareno volverá a estar en su camerín en la capilla de Santa Nonia en cuatro meses. «Esperamos que a finales de agosto o principios de septiembre», asegura el abad. Más limpio, más escultórico y renovado «para otros cuarenta años más». Pero sin cambios perceptibles. «Vendrá igual, para eso hemos buscado al mejor escultor y restaurador para este tipo de intervenciones. Volverá igual que salió. Se notará a la hora de vestirlo, que será más cómodo, pero nada más»
La efigie de Jesús Nazareno es una obra del siglo XVII. Son muy pocos los documentos conservados sobre su historia aunque su autoría ha sido ligada a varios escultores de la escuela castellana. En el año 2011, los historiadores de Arte César García Álvarez y Eduardo Álvarez Aller hacían pública la atribución de Nuestro Padre Jesús Nazareno al escultor Gregorio Fernández, durante la presentación de una comunicación durante el cuarto Congreso de Cofradías Nazarenas celebrado en León. En 1944 se encargó su restauración total al escultor Víctor de los Ríos Campos, quien recompuso la cabeza retallando la melena en madera.