El juez pide un informe psiquiátrico del acusado del crimen de Las Ventas

El juzgado de Instrucción número 1 de los de León ha solicitado al Instituto de Medicina Legal de León que elabore un informe psiquiátrico para establecer la imputabilidad de Manuel Enrique Montañés Fernández, el joven acusado de matar a su madre en un inmueble de Las Ventas el pasado mes de febrero, que mantiene la confesión inicial en la que ya reconocía la autoría de los hechos. No obstante, el instructor desea concretar si se le puede imputar el homicidio de su progenitora o si por contra, su estado mental le exime de lo ocurrido.

El crimen de Las Ventas se descubrió la mañana del 24 de febrero de este mismo año. Natural de la zona de Crémenes, María Teresa Fernández Suárez era una viuda que residía en el segundo piso del número 1 de la calle Palacio Valdés de la capital leonesa, en los aledaños de la subida a Hospitales. La voz de alarma la dio una de sus hijas, ante la reiteración de las llamadas que le había realizado en las últimas horas sin éxito. La instrucción sostiene que la muerte se produjo en la noche del 23 de febrero, pero el cadáver no se halló hasta la mañana del día siguiente.

Llamó poderosamente la atención a los investigadores el ensañamiento con el que el autor del crimen se empleó a la hora de ejecutar las puñaladas, tanto por la fuerza empleada como por el ingente reguero de sangre que dejaron los cortes en el domicilio. La teoría inicial de los agentes que barajaba la existencia de un solo autor material se confirmó con sus manifestaciones en sede policial y sede judicial, como también las pruebas médicas han confirmado la existencia de un fuerte síndrome de dependencia causado por la adicción a las drogas que afectaba desde pocos meses antes de los hechos al acusado, antiguo trabajador de la Vidriera. Como ya hiciera en la comisaría, ante el juez también firmó la confesión de los hechos, por lo que únicamente restan por dilucidar cuestiones de importancia secundaria.

Detenido por sorpresa

El sospechoso fue detenido por agentes de la Guardia Civil a la altura de Puente Villarente. Los miembros de la Benemérita se encontraban buscando el rastro de otro desaparecido, cuando repentinamente advirtieron que el hijo de la mujer fallecida dos días antes en la capital deambulaba descalzo por la zona. Tras identificarlo, procedieron a su detención y traslado a las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional. Allí prestó declaración y tras ser puesto a disposición judicial se decretó su ingreso en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro, donde permanece desde entonces.