SUCESOS
Uno de los militares arrestados por tráfico de armas tenía 3.000 cartuchos
Los sospechosos declaran que se limitaron a cumplir las órdenes que les daba el coronel de la Guardia Civil
Efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y agentes del departamento de Asuntos Internos de la Benemérita interrogaron durante buena parte de la mañana de ayer a los tres últimos arrestados en relación con la operación de tráfico de armas que presuntamente lideraba el coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz Sánchez.
Los sospechosos manifestaron en las dependencias de la Benemérita que desconocían el fin ilícito de las actuaciones que estaban llevando a cabo porque, pese a ser miembros del Ejército de Tierra en el caso de dos de los interrogados ayer, actuaban por indicación de un superior en el rango, como es el caso de un coronel.
Uno de los militares detenido se encontraba en posesión de 3.000 cartuchos de calibre 9 milímetros parabellum, según confirmaron a este periódico fuentes de la instrucción del caso, que se encuentra centralizado en uno de los juzgados de Instrucción de Alcalá de Henares, por ser este partido judicial de Madrid el que conoce de los asuntos correspondientes a la zona en la que tenía fijada su residencia el supuesto cabecilla de la trama, el coronel de la Plana Mayor de la Comandancia de León que permanece en prisión desde que declaró en el juzgado.
Las instrucciones de discrección han sido máximas en el entorno del Instituto Armado, que mantiene la tesis de que la operación sigue abierta y puede haber nuevos arrestados. En cualquier caso, el procedimiento continúa su curso, ajeno a los agentes de León.