La ex presidenta cree que hay un complot y afirma que denunció ilegalidades
«Desde el principio les expliqué que como lo hacían antes era ilegal porque iba en contra la Ley de Competencia, pero se negaron a cambiar las normas», explica la ya ex presidenta, Natalia Ordóñez, quien asegura que no se puede centrar la producción de cecina sólo en las cuatro piezas homologadas por el consejo de la IGP. «Debemos de dar libertad a las empresas para que aprovechen otras partes de la vaca que también pueden ser vendidas como cecina».
De hecho, confirmó ayer, que tenían previsto realizar un estudio para homologar estas otras partes de la vaca de manera que el reglamento dejara clara la situación y estas piezas también pudieran ser certificadas, «aunque se mostraron en contra».
Indicó, además, que, por ejemplo, actualmente una de las piezas más demandadas por los hosteleros es el centro de la contra. «Una parte no incluida entre las homologadas, que sin embargo, vemos que tiene mucha demanda. Cuenta con más grasa y casi no hay que restarle desperdicios».
Otro hecho que la ex presidenta cree que causó malestar y que muchos empresarios vieron «como un complot» fue la llegada a la IGP de nuevo de Cecinas Pablo.
El gerente de esta empresa astorgana, Pablo Barros, aseguró que ellos volvieron al consejo en enero, tras pedir de nuevo la entrada y después de años fuera al entender que los criterios que se seguían «no beneficiaban a nuestros clientes; nosotros siempre hemos abogado por la calidad como principal factor». Estas diferencias les llevaron a abandonar el organismo, del que no obstante han vuelto a formar parte este año. «El Itacyl nos explicó los criterios y creímos que ahora nos era positivo», aseguró Barros, desligando su entrada de los problemas del Consejo Regulador que «ya eran anteriores», argumentó.
En la carta de dimisión presentada por Natalia Ordóñez dijo que su empresa (Entrepeñas) seguirá formando parte de la IGP y que ella no se «desentenderá» de consejo, además de ofrecerse a contribuir en el futuro con su experiencia. «Yo sigo creyendo en la marca y su gran futuro».