Diario de León

Silván, el décimo de León

Ciudadanos hace alcalde con mayoría absoluta al ex consejero de Fomento. Seis partidos integran la corporación más plural de la historia en la que sólo repiten 7 de los 27 ediles. Protestas de mineros, Stop Desahucios y la Plataforma por la Sanidad Pública protagonizaron las reivindicaciones ciudadanas

Silván celebra su elección como alcalde y se dirige a la nueva corporación

Silván celebra su elección como alcalde y se dirige a la nueva corporación

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ASUN G. PUENTE / S. GALLO | LEÓN
León

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El popular Antonio Silván se convirtió este mediodía en nuevo alcalde de León después de haber recibido en el acto de investidura el apoyo de los cuatro concejales de Ciudadanos. El leonés se estrena en este cargo después de 12 años al frente de la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León y en su última etapa también como consejero de Medio Ambiente del Ejecutivo autonómico. Durante su discurso de investidura, un emocionado Silván comprometió “aire fresco” en la institución municipal así como construir un ayuntamiento “dialogante” con los ciudadanos.

Después de los trámites pertinentes de constitución de la mesa de edad y una vez anunciado que todos los concejales habían presentado sus declaraciones de bienes y de intenciones, fue el momento de la toma de posesión de cada uno de los 27 integrantes de la nueva corporación municipal “totalmente renovada” en la que 20 concejales se estrenan en esta legislatura y con la presencia de tres nuevos grupos políticos, como recordó el propio Silván.

Una vez constituida la corporación llegó el momento de elegir al nuevo alcalde, una elección que se llevó a cabo de manera secreta tras anunciar los cabeza de lista de cada una de las candidaturas a las que era posible votar. En este momento se produjo una de las anécdotas de la sesión plenaria, cuando la secretaria olvidó citar al candidato socialista, a quien posteriormente, en el momento en el que se disculpó por su error, se dirigió como “señor Díaz” y no Diez, como se apellida correctamente.

Cada concejal depositó su voto en la urna y con 14 votos a favor –los diez de los concejales del PP y los cuatro de los concejales de Ciudadanos- Antonio Silván recibió la mayoría absoluta por la que ha sido proclamado alcalde de León, frente a las dos abstenciones de los integrantes de León Despierta y los votos a sus propias candidaturas de UPL y León en Común.

En un salón de plenos abarrotado para la ocasión, en el que destacó la presencia del ministro de Justicia, Rafael Catalá, acompañado por el delegado del Gobierno en Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones o la subdelegada del Gobierno en León, Teresa Mata, entre otras autoridades así como familiares y amigos de los miembros de la corporación municipal y ciudadanos, Silván pronunció un discurso que se prolongó durante 20 minutos. En él no solo tuvo palabras de agradecimiento, sino que recordó algunas de las líneas que marcarán esta nueva legislatura.

Silván aseguró a los integrantes de Ciudadanos que su apoyo, que se ha gestado después de varios encuentros y “muchas coincidencias en las líneas programáticas” de ambas formaciones, se gestionará a partir de ahora “con rigor y transparencia” con el fin de “dar estabilidad al gobierno de la ciudad”. El nuevo alcalde expresó su “total confianza” en todos los concejales que hoy han jurado o prometido el cargo –en el caso de tres ediles por imperativo legal- y que representan “la pluralidad de la sociedad leonesa”.

El nuevo regidor leonés dijo afrontar esta legislatura “con responsabilidad” y, después de que los ciudadanos manifestaran sus ideas el pasado 24 de mayo, pretende que en el ayuntamiento se funcione “desde el diálogo, desde el entendimiento” que son reflejo de una ciudad “abierta y plural en la que cabemos todos” y que garantizó que continuará en esta línea en los próximos cuatro años “para garantizar la gobernabilidad de León” y poder alcanzar acuerdos “estables y sólidos”.

Silván abogó por dejar a un lado “enfrentamientos estériles” para centrar el trabajo en los ciudadanos y “en sus cosas, en sus inquietudes diarias, en resolver problemas y necesidades y no crearlos”, dijo. Por eso, insistió en su confianza en ingredientes como “el diálogo, consenso y colaboración” como “mejor garantía” para poder sacar adelante cualquier proyecto. También resaltó su compromiso de “colaboración y cooperación” con el resto de administraciones “para el entendimiento y la colaboración mutua”.

Líneas programáticas

Silván agradeció el “honor” que supone ser el alcalde de todos los leoneses, algo que recibió como “un préstamo personal” que abogó por administrar “de la mejor manera posible”. Y para ello ofreció “unas reglas claras de juego” que se basan fundamentalmente en “diálogo, respeto, entendimiento, cercanía, participación, transparencia, colaboración y honradez” en la que no se prevén proyectos “grandilocuentes” sino que la prioridad está “en la atención de las necesidades del día a día de León”, y que tienen diez puntos como “ejes principales”.

Entre ellos se encuentran el refuerzo de la atención a los más desfavorecidos, la creación de empleo, la colaboración institucional en beneficio de la ciudad, la garantía de transparencia y participación ciudadana o la sostenibilidad económica en el Consistorio. Otras de las líneas de actuación de la nueva corporación municipal serán la intensificación de la promoción de la ciudad, el mantenimiento de la calidad en la prestación de los servicios municipales, la mejora de la calidad de vida y bienestar de los leoneses, la potenciación de las nuevas tecnologías y el fomento de las señas de identidad.

Corrupción

También hubo cabida en el discurso de investidura de Antonio Silván como alcalde de León para hablar de la corrupción, que se ha convertido en “una realidad actual” en la que el ámbito público “no goza de la mejor salud”, aunque para el nuevo regidor leonés estas elecciones han sido “una oportunidad única para dignificar este noble oficio” y para “devolver el prestigio a nuestras instituciones” y transmitir “proximidad y cercanía” a los ciudadanos.

El alcalde apostó por “avanzar en la regeneración que la sociedad está reclamando” para “fortalecer y engrandecer” el sistema democrático y por hacerlo “desde la legalidad, la transparencia, la cercanía, la participación y la honestidad” como señas de identidad del trabajo público. Además, insistió en la responsabilidad de los poderes públicos de “facilitar” la participación ciudadana, un aspecto en el que los ayuntamientos ocupan “una posición relevante”, declaró.

Por último, dijo estar convencido de que “todos” estarán “a la altura de este crucial momento” que tendrá que estar marcado por la “ejemplaridad” en la conducta de los responsables públicos, que tendrán que mostrar que “la honradez, la honestidad y la vocación de servicio son los valores que llevan al ejercicio de la actividad pública” y siendo “intransigentes” con quienes “solo buscan el propio interés” y demostrando que “los comportamientos ilícitos y la ausencia de escrúpulos es cosa de unos pocos”, finalizó. 

Nueve pactos

Es el noveno pacto en democracia —una alianza sellada entre el PP y Ciudadanos en la misma mesa que el célebre Pacto por León rubricado entre José María Rodríguez de Francisco y Javier Arenas que permitió a Amilivia ser regidor en uno de sus mandatos— facilitó hoy al mediodía que Antonio Silván fuera proclamado alcalde de la capital, la décima vez que hay alcalde, el octavo distinto tras las diez elecciones municipales celebradas desde 1979. Comenzó en ese momento la andadura de una nueva corporación municipal en la que sólo siete de los 27 escaños tienen los mismos representantes que en los últimos cuatro años. Será también la más plural de la historia del Ayuntamiento con seis partidos en el tablero político.

La importante irrupción de las denominadas fuerzas emergentes, como ha ocurrido en el resto del país, inicia además la era de la nueva política en la que el diálogo y el consenso serán obligados para llegar a acuerdos y conseguir la gobernabilidad y estabilidad de la institución.

El pacto rubricado el jueves por el Partido Popular y Ciudadanos sólo garantiza a Silván su investidura sin sobresaltos, gracias al apoyo expreso que hoy recibió de los cuatro ediles de la formación naranja, aunque tal y como remarcaron los dos partidos protagonistas no es un acuerdo de gobierno. En el documento de cuatro folios plasmaron coincidencias programáticas y compromisos de transparencia y regeneración democrática.

Antonio Silván tendrá también el reto de dividir entre sus nueve concejales tareas que hasta ahora gestionaban los catorce ediles de su antecesor en el cargo. El lunes, a primera hora de la mañana, ha citado a todos en el consistorio de San Marcelo para comunicarles qué área llevará cada uno.

Consciente de la dificultad de un mandato sin mayoría, el nuevo regidor sigue tendiendo la mano a los cuatro representantes de Ciudadanos para que se integren en el equipo de gobierno, un paso que permitiría a los populares sumar los votos suficientes para sacar todos los asuntos adelante sin necesidad de sobresaltos. Sin embargo, en el ideario de la formación que lidera Albert Rivera, una de las líneas rojas no permite a sus representantes formar parte de equipos de gobierno en instituciones donde no sean la lista más votada.

Su candidata en la capital, Gemma Villarroel, ya aclaró en la firma del pacto que el documento «no supondrá un cheque en blanco» para el PP y que apoyará también cualquier otro punto de otra fuerza política que sea beneficioso para la capital.

Pese al documento rubricado en San Marcos, que acerca puntos programáticos, el concepto de ciudad de cada uno de los dos firmantes del pacto difiere entre la visión más gestora de los populares, una perspectiva que dan años de gobierno sobre el terreno, y la óptica nueva de Ciudadanos, en la que priman conceptos como la regeneración democrática y la transparencia, banderas de su programa.

La generación de empleo y la atracción de inversión para León son los dos puntos más sólidos que ambas formaciones tienen en común. Tanto Silván como Villarroel coincidieron tras la firma del pacto en señalar al empleo como la prioridad más inminente para iniciar el mandato.

«Todos nuestros objetivos deben llevar a la generación de empleo, queremos que León sea una ciudad para que sus ciudadanos trabajen y disfruten», asegura Antonio Silván a la hora de explicar la ciudad que busca el PP. «Pretendemos que cada día sea mejor, más amable, abierta, integradora y ejemplo de solidaridad. Buscamos que León sea una ciudad referente, moderna e innovadora».

Y para ello apuesta por poner en valor las potencialidades que ya tiene: las TIC, la logística, su nudo de comunicaciones, la biotecnología y el turismo, que precisamente quiere convertir en uno de los puntales de la economía. «No olvidaremos, por supuesto, la atención social en nuestras políticas».

A la hora de pensar la ciudad que quiere Ciudadanos, Gemma Villarroel habla «de una ciudad que prospere, moderna, que atraiga turistas y genere empleo». Incide constantemente en la necesidad de regeneración democrática (publicación del coste de los contratos, consorcios...) y habla de dar sentido al Ildefe como punto revulsivo para generar inversión y empleo. También de incrementar las partidas de emergencia social y de una web municipal que «impulse la transparencia». Apuesta «por otra forma de hacer política».

Y el resto de los partidos políticos no serán convidados de piedra en la nueva corporación, todos tendrán la palabra en los proyectos esenciales y la oportunidad de que muchos de sus proyectos también salgan adelante. Sin mayoría, el PP no tendrá más remedio que escuchar, dialogar, pactar y consensuar. Así será la nueva era política que se abrió en San Marcelo hoy a mediodía.

El candidato socialista, José Antonio Diez, incide en que la investidura supone «una responsabilidad, un acto que refleja la representación institucional de lo que nos han pedido los votantes». Aboga igualmente por cambios. «Veremos cómo avanza el acuerdo entre PP y C’s, el tiempo lo dirá». Y se muestra convencido de que la minoría «permitirá que podamos cumplir puntos de nuestro programa, sacar adelante las políticas para ayudar a paliar las necesidades de centenares de personas». Habla, además, de la obligación del «diálogo y el consenso».

Para León en Común, la jornada de hoy fue un momento para la reivindicación. «Una declaración de intenciones para los próximos cuatro años». Los dos ediles, Victoria Rodríguez y Santiago Ordóñez, tomaron posesión de su cargo con la fórmula «por imperativo legal» en la que reivindcaron la república y un estado federal y laico. Ambos llevaron camisetas con mensajes, ella por la educación pública (verde) y él por el futuro de Everest (morada). No aceptaron la banda de concejal ni tampoco la medalla. Fuera, una marea de protestas llegó también al pleno: los mineros, Stop Desahucios, la plataforma por la sanidad pública... «Ya va siendo hora de que las cosas cambien en León, sólo se cambian con el ejemplo».

El representante de la UPL, Eduardo López Sendino, apuesta para su mandato por «un discurso eminentemente leonesista porque los votantes así me lo demandan». Seguirá luchando por sus propuestas en busca de apoyos. «En el nuevo escenario pueden ser atendidas». Piensa que el pacto entre Partido Popular y Ciudadanos «no tendrá durabilidad».

León Despierta ocupó esta mañana dos escaños en la nueva corporación municipal. Como todas fuerzas emergentes, impulsar el cambio en la forma de gobierno y gestión de la capital es uno de sus principales motores de acción durante los cuatro años que hoy arrancaron en el Ayuntamiento de la capital.

 

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