«Voy a poner en marcha ya un plan de choque para el mantenimiento de la ciudad»

Le da vértigo asomarse a la azotea del consistorio de Ordoño II. Pero ahí está ya Antonio Silván (León, 1962) con sus diez concejales y su necesidad de apoyos para sacar adelante con tacto la gobernabilidad del que pasa por ser el equipo de gobierno con menos sustento de la historia. «He entendido el mensaje de los leoneses, que es ‘entenderos’», admite, cuando apenas lleva 72 horas como alcalde. Siete plantas por debajo, la ciudad le observa.

—Ahora que ya ha tomado suelo, ¿por dónde empezar?

—Por todas las áreas, donde ya están trabajando los concejales desde el primer día, trasladando sus informes, sus proyectos e ideas. Pero aquí hay dos objetivos prioritarios: la atención a las personas que más necesidades tienen y el empleo y la generación de actividad para crearlo. Ahí el Ayuntamiento es transversal, no hay concejalías, ahí es el Ayuntamiento todo al servicio del empleo, que se genera en servicios sociales, en comercio, en turismo, en medio ambiente, en urbanismo... Siempre teniendo en cuenta las competencias que tenemos. Vamos a jugar además con elementos que van a complementar el objetivo: el resto de administraciones e instituciones, con esa absoluta colaboración y permeabilidad, y también con los que tienen que crearlo, que son los empresarios, además de la participación de los agentes sociales.

—Dentro de esas dos filosofías, ¿cómo se concreta esa mayor atención a los necesitados?

—Ahora hay que conocer la realidad presupuestaria del Ayuntamiento. Ha habido una evolución en cuanto a los recursos públicos constante y positiva. La primera indicación que le he dado a la concejala del área es que se reúna, como ya está haciendo, con todas las asociaciones y entidades que tienen algo que decir ahí.

—Y para el empleo, ¿ya hay alguna medida o idea?

—Estamos trabajando para incentivar la puesta en marcha de empresas, para que seamos atractivos. Puede venir a través de beneficios por periodos de carencia en cuanto a las cargas o las tasas municipales, o en cuento al suelo con unas condiciones ventajosas para instalarse... La idea es poner todas las condiciones que podamos a disposición de esas actividad. Y luego, cuantas menos trabas y limitaciones administrativas, mejor. Ahí está el suelo industrial y tecnológico, pero también la realidad en cuanto al pequeño y gran comercio. No podemos esperar a que venga el transatlántico del empleo a poner un proyecto que genere cientos de empleos. Tenemos que ser competitivos y atractivos para, frente a otros territorios, ser receptores de esos proyectos.

—Hablaba de tributos. ¿Se plantea tocar el IBI u otros impuestos o tasas?

—Lo único que me planteo ahora es estudiar cuál es la situación, analizarla y dar las alternativas que necesitan hoy los leoneses. En materia impositiva hay que ser tremendamente prudente porque una cosa es el querer, como me gustaría que la carga fuera la imprescindible, y otra la realidad de que hay que prestar unos servicios públicos cuya financiación viene principalmente de la recaudación. Sí quiero mantener un criterio de rigor y responsabilidad, además que soy de los que quiero que los dineros de los leoneses esté en los bolsillos de los leoneses.

—Los ingresos son los que son y están claros.

—Sí, pero para financiar los servicios también están el resto de administraciones con su colaboración y sus inversiones. Y además hay que aplicar el modelo del que soy un absoluta convencido y que va a dar sus frutos aquí: la colaboración público privada. Hay que vincular la prestación, la gestión e incluso la inversión pública en la ciudad con las empresas. El régimen concesional, en el que la titularidad es del Ayuntamiento y la gestión es de la empresa, es un modelo que está funcionando y que descarga de presión financiera a corto plazo a las administraciones para que cumplan a la vez con determinados servicios.

—¿Esa es la fórmula para el Palacio de Congresos?

—Sí, es una de las fórmulas. Pero para el Palacio de Congresos y para otras muchas actividades. El Palacio de Congresos tiene que estar en manos de profesionales. Las administraciones somos muy lentas cuando gestionamos iniciativas o proyectos donde la iniciativa privada nos lleva muchos años por delante; hay que reconocerlo. Hay verdaderos profesionales en sectores muy importantes: la cultura, el patrimonio, los congresos... A nadie se le oculta que hoy, ante la necesidad y la escasez de recursos públicos, la empresa privada está ahí. El objetivo es que una empresa entre a gestionar la contratación de congresos para que al Ayuntamiento y al leonés no le cueste un euro ya desde el día siguiente de recibir las llaves. Quiero conceder a una empresa libertad absoluta, con condiciones, al menos en un régimen concesional de cinco a diez años.

—Citaba otros servicios como los culturales. ¿Tiene ya pensado alguno en concreto como el Auditorio o las instalaciones deportivas?

—No, no, no. Estoy abierto absolutamente a todas las ideas y propuestas para después analizarlas. Sería un irresponsable si lo hiciera ahora cuando acabo de llegar. Sí me gustaría dar una vuelta a todo esto porque el objetivo es que León se convierta en la ciudad de referencia del turismo congresual, cultural, gastronómico, religioso, natural. Soy un convencido de la complementariedad de la actividad de la ciudad con la provincia. El santo grial, el Camino de Santiago... El Camino tiene que integrarse en la ciudad a través de una señalización adecuada, de una identificación del leonés con lo que aporta este Camino. Hay que diseñar una estrategia, no proyectos puntuales y concretos. León es todo y debemos dar forma a eso. El AVE va a ser un elemento catalizador del antes y después de la ciudad No quiero que León sea la gran desconocida, sino la gran conocida. Digo esto porque muchísima gente que viene sale con la boca abierta, no conocía León y eso demuestra el potencial que tenemos y que hay que poner en valor entre todos.

—¿Qué significa ese ‘entre todos’?

—El Ayuntamiento es una cosa de todos. Aquí estamos 27 concejales, 27 representantes de los leoneses, y todos tenemos que trabajar por León, unos con responsabilidades de gobierno y otros de oposición. Quiero poner el escaparate de León fuera de aquí, en el mundo entero, allá donde haya un leonés, que no sólo nos sintamos orgullosos de León sino que nos convenzamos de que merece la pena.

—Citaba el AVE, ¿qué va a pasar al final?

—Esta mañana (por el jueves) he recibido la llamada de la ministra para decirme que el AVE estará aquí la primera de septiembre y para concertar una visita de manera inmediata para conocer de manera más exacta fechas y plazos de ejecución de los proyectos de integración, de Feve y del resto de compromisos que tiene con León. El AVE es un punto de inflexión en la ciudad. Nos tenemos que dar cuenta de la revolución que se va a producir y que tenemos que protagonizar todos los leoneses para conseguir que esa hora y cuarenta y cinco minutos de ese potencial que es Madrid se ponga aquí. Una hora y cuarenta y cinco minutos; no da tiempo casi ni a leer el Diario de León.

—Y la integración, ¿está a gusto con el proyecto que vuelve casi al plan Cascos de 2002?

—Es que es la integración hoy posible. A la ministra en su día le trasladé dos condiciones irrenunciables y las ha cumplido: hacer la integración, que la brecha ferroviaria histórica no existiera, y garantizar la centralidad de la estación. De lo que pudo ser y no fue no vamos a vivir; tenemos que ser realistas. Hay que recordar que la inversión que hará el Ministerio de Fomento será a coste cero para el leonés. Ni un euro. El 100% del coste lo va a sumir el Ministerio de Fomento. Eso ha sido objeto de muchas conversaciones y, al final, lo hemos conseguido. Los leoneses tienen que estar tranquilos. Yo estoy tranquilo y satisfecho.

—El Ministerio de Fomento también se queda con el suelo, que es un activo. ¿Qué le va a pedir para la urbanización de ese suelo?

—Habrá que adaptarse a la nueva realidad. El Plan Regional de Ámbito Territorial (Prat) estaba pensado para una integración y ahora queda desfasado. La liberación de suelo es mínima.

—Sería mayor si se trasladarán los talleres a Torneros. ¿Qué le va a pedir a la ministra?

—En Torneros hay que empezar en por qué se creó. Se empezó a comprar terrenos y a expropiar, en los años 2008, 2009, 2010 y 2011, cuando ya se sabía que la integración no se iba a producir y los talleres se iban a quedar donde estaban. Como consecuencia todos ese gasto es un coste y esa superficie además hay que desarrollarla con infraestructuras. En resumen, qué es Torneros hoy: un dinero que se gastó para nada, sabiendo que no se iba a utilizar. ¿Cuál es la consecuencia? Que en el entorno de León hay suelo industrial, empresarial y logístico a entre 30 y 40 euros metro, mientras que Torneros estaría a entre 170 y 180 euros. ¿Qué empresario va a ir ahí? A la convocatoria de Europa había que llevar proyectos competitivos, viables, ¿dónde iba Torneros?

—El suelo está ahí, ¿qué se puede hacer?

—Habrá que ver entre todos que hacemos. Pero primero el titular, que es el Ministerio de Fomento, y luego la necesidad de suelo que haya en cada momento. Estamos en una situación de evolución y previsiblemente puede tener su operatividad y valor, pero hasta entonces lo tenemos ahí. Ojalá Torneros se llenara, porque significaría que estaba colmatado todo el suelo de León.

—¿Qué le pedirá a la ministra sobre Feve, que lleva parado seis meses y otro año y medio al ralentí?

—Le pediré la mayor celeridad para finalizarlas y que el tren llegue a la estación, una vez que se han finalizado todos los temas administrativos tremendamente complejos para que las empresas empiecen a trabar. Voy a pedir eso y sé que voy a tener receptividad porque la he tenido siempre.

—En campaña incidió mucho en los barrios. ¿Hay algún plan preconcebido?

—La campaña me ha servido para conocer muy en profundidad la realidad de los barrios, que tienen necesidades que pueden ser asumibles, sino en su mayoría sí en su gran parte. Son cuestiones del día a día: bancos, limpieza, parques, transporte. Cada barrio tiene ya su concejal de gobierno, a los que he dado la indicación para que sean atendidos desde ya. A los vecinos les prometí que cuando fuera alcalde, entre otras cosas gracias a ellos, les iba a recibir con datos, con propuestas, planificación, dinero e ideas.

—¿Pero va a haber un plan concreto?

—Sí, sí. Voy a poner en marcha ya un plan de choque de mantenimiento de la ciudad. Eso incluye el mobiliario, la limpieza de pintadas, los contenedores adecentarlos, las aceras, el asfaltado de las calles, los jardines y la iluminación, aunque la iluminación tendrá luego uno específico.

—¿Cómo será ese plan específico de iluminación?

—Vamos a desarrollar un proyecto con la Junta para la sustitución de todo la iluminación pública a coste cero para la implantación de tecnología moderna de bajo consumo. Va ser un ahorro de coste enorme.