«Estaré en León mientras quieran los leoneses que esté aquí»

—Una vez abiertas las puertas del Ayuntamiento, ¿qué se ha encontrado? ¿Le ha sorprendido algo?

—No me ha sorprendido gran cosa porque aunque sea desde fuera el Ayuntamiento era conocido para mí. Sí que me ha satisfecho mucho el contacto con el personal. He visto una receptividad absoluta, ganas de trabajar y eso se percibe. Desde el punto de vista funcional (piensa) echo de menos una buena transición.

—¿Quizá esa receptividad se debe a que se han sentido un poco abandonados estos cuatro años?

—No soy yo quién para decirlo. Sí que es verdad que tienen mensajes de aliento, de que quieren formar parte del equipo...

—Cuando habla de que le echa de menos una buena transición, ¿hacia quién apunta?

—Bueno, yo tengo que reconocer aquí a la Concejalía de Fiestas.

—¿Para bien o para mal?

—Reconozco al concejal.

—Entonces, a los demás, no.

—Con los otros tuve antes de ser alcalde contacto, pero después no lo he tenido.

—¿Es un reproche a los acuerdos que se tomaron en el periodo de transición, como la concesión de contratos millonarios?

—Yo no los hubiera tomado, ni los he tomado porque en todos los momentos de transición de legislatura. En Fomento desde el momento en que se convocaban las elecciones se hacía el trabajo exclusivamente de gestión y de preparar para la siguiente. No quiere decir que otros no las hayan tomado en su legítimo derecho. Son decisiones que van a afectar al trabajo, al día a día de los próximos años, y en consecuencia esa corporación debe tener cuantas menos cargas e hipotecas, mejor.

—Encuentra entonces una Ayuntamiento con hipotecas.

—No son hipotecas, pero sí que es una decisión que no tiene la corporación y que debe vivir con ella. Es una cuestión de formas.

—¿Cómo afronta sacar adelante con 10 concejales acuerdos que necesitarán 14 apoyos?

—Hay hoy una voluntad clara de entendimiento. He entendido el mensaje de los leoneses, que es: ‘entenderos’. Ese mensaje lo he aplicado desde el primer día; he procurado que fuera mayor, y ese entendimiento es hoy con Ciudadanos. El ejemplo lo hemos traslado en la investidura: he sido el único investido por mayoría absoluta en primera vuelta en Castilla y León. Ese acuerdo quiero que se garantice durante los cuatro años, por la estabilidad y la gobernabilidad que necesitan los leoneses. Habrá que trabajarlo día a día. Ahora estamos trabajando en las reglas que van a marcar el campo de juego en los próximos cuatro años para la organización y el funcionamiento. Quiero llegar al máximo consenso de acuerdo posible. Me gustaría que fuera toda la corporación la que apoyara sus propias reglas.

—Tendrá que pactarlo todo.

—Cuando hablamos de acuerdos no tenemos que olvidar que son acuerdos que implican cesiones por ambas partes, con unos máximos y mínimos para ver dónde nos encontramos. No significa que sea manu militari porque sea oposición o manu militari porque sea gobierno.

—¿Qué le dice a quienes hacen quinielas sobre cuántos años aguantará en León antes de volver a la Junta?

—Primero, yo estoy en León. Yo no soy consejero de la Junta, yo no voy a ser consejero de la Junta, que no se confunda eso con que soy procurador. Yo estoy aquí, a mí me han puesto los leoneses aquí, he querido venir a León y cuando los leoneses quieran que me marche me marcharé, mientras, yo estaré aquí; estoy muy a gusto, muy a gusto y con muchas ganas. Además, creo que para la ciudad es un valor que estemos aquí, que se esté en las Cortes, que haya buena sintonía y relación con las instituciones de aquí de la provincia: magnífica sintonía con la Diputación, magnífica sintonía con la Junta, sea quien sea el gobierno, magnífica sintonía con el presidente, con los ministros, con las ministras... Yo creo que eso tenemos que aprovecharlo, yo quiero aprovecharlo, yo voy a aprovecharlo. De hecho, desde el primer momento se ha aprovechado. La próxima semana tendremos la primera reunión con la ministra de Fomento.

—¿Se autodescarta para la sucesión de Juan Vicente Herrera?

—Vamos a hablar en serio. Herrera va a ser presidente de la Junta.

—¿Quién va a ser el consejero de León? Seguramente le pedirán asesoramiento.

—Y yo lo daré.

—¿Quién cree que debería ser?

—Y yo lo daré. Estoy convencido de que me lo van a pedir, no porque sea yo, sino porque hay que tratar con el territorio y habrá un intercambio de pareceres

—¿Cómo afronta el partido en León las elecciones nacionales tras la caída tan fuerte en las municipales?

—Hay que hacer un poco de historia. Todos estamos sujetos al escenario que nos ha tocado vivir: político nacional, económico nacional... Además, hay que conocer cómo ha vivido el partido los 14 últimos meses, que han sido dramáticos y traumáticos. Eso ha fortalecido al partido. Lejos de disminuir la fuerza, se ha aumentado y se ha canalizado de la mejor manera posible, teniendo que afrontar varias campañas. Veo al partido más unido que nunca, con más ganas de trabajar y consciente de lo que nos jugamos en los próximos envites en cuanto a que hay que dar la verdadera razón de ser gobernando instituciones en momentos de dificultad, en los que va a haber que buscar acuerdos y entendimientos.

—Se acabaron las mayorías.

Tenemos personas y programas abiertos para jugar en ese campo y salir victoriosos. Las elecciones hay que jugarlas y ganarlas. Somos un partido con vocación ganadora. Y hemos ganado las elecciones, que a nadie se le olvide: en León, en la provincia y en la comunidad. Parece que cuando el PP no gana por mayoría absoluta parece que ha perdido. Parece que otros que han perdido han ganado. Este escenario es distinto al anterior y exige otro modelo: el del acuerdo, del entendimiento, sentarse, tener paciencia, compartir.