La desregulación, para las fiestas

La desregulación de los períodos de rebajas y su duración, que en la práctica llevaba tiempo ejerciéndose en la práctica y se ocultaba bajo distintas fórmulas de ofertas, cuenta con la contestación de las asociaciones de comerciantes, que consideran que la aplicación gradual de los descuentos desincentiva el ‘efecto llamada’ de los artículos rebajados al mismo tiempo.

El pequeño comercio leonés ha hecho de la necesidad virtud, y de las circunstancias una oportunidad de negocio. Las grandes cadenas comerciales se apuntan o no a los descuentos que eluden el nombre de «rebajas», pero siguen respetando en general los clásicos períodos de liquidaciones de enero-febrero y julio-agosto. Los negocios locales han respondido en los últimos años con un análisis de la realidad y las necesidades de un consumidor que cada vez mira más sus gastos: antes de las rebajas ‘oficiales’ de invierno y verano León se llena de posibles compradores que apuran unos días en la provincia y la capital.

El pequeño comercio ha optado por iniciar sus rebajas de invierno coincidiendo con las compras navideñas, para aprovechar el tirón de las familias que vuelven a León; mientras que los grandes descuentos de verano siembran los escaparates coincidiendo con las fiestas patronales. Durante toda la semana los comercios tradicionales (y algunos centros comerciales y cadenas) han lanzado ya el anzuelo del descuento, hasta el 50% de salida, para dar salida a su mercancía de verano.