Zanjará nepotismos, discusiones por cantidades y colores políticos
Aunque tradicionalmente el consenso ha presidido el reparto de los conocidos como Planes Provinciales (ahora Plan Provincial de Cooperación Municipal), las suspicacias entre ayuntamientos no sólo de distinto color político sino también en el seno del mismo partido, han estado presentes con más o menos intensidad. Un ejemplo que la falta de criterios objetivos puede plantear en este reparto se acaba de vivir estos meses en la Diputación.
Meses de bloqueo, en una distribución que no logró ser desbloqueada y aprobada hasta días después de las elecciones del 24M, han arrastrado un retraso que ha impedido a los ayuntamientos poner en marcha sus obras a pesar de lo avanzado del año, de hecho, todavía están en proceso de contratación. Confrontaciones entre el propio equipo de gobierno (con la distribución a sus alcaldes) y polémicas también con la oposición. Entre los más críticos, el diputado, ahora de la UPL, Matías Llorente, que lleva años reivindicando parámetros objetivos para este reparto para evitar una distribución teñida por las siglas de los partidos, centrándose más en las necesidades reales de cada municipio con criterios medidos.
Precisamente son estas situaciones las que se quieren evitar a toda costa en el nuevo mandato que ahora comienza. Con el pacto sellado entre PP y PSOE, además, se plantea la necesidad de que cada convocatoria ya esté aprobada con su distribución antes de que se inicie el año para el que va destinada. Así las obras podrán empezar antes.