Un abrazo a la ciudad encantada
Majo elige Nuestra Señora del Valle para abrir su agenda oficial como presidente oficial como presidente.
Con el claro compromiso de poner siempre en primer lugar a las personas, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, recaló ayer en el centro asistencial Nuestra Señora del Valle, en La Bañeza, siendo su primera visita oficial desde que ostenta el cargo. La ciudad encantada celebró su tradicional día de fiesta, entre los acordes populares, las sonrisas y el intenso calor. No faltaron los bailes regionales, ni el pendón, incluso un grupo de residentes se animó a bailar una jota, guiados previamente por los pasos de El Hilandón de Alija, los pendoneros bañezanos o los Amigos de Monte Urba.
Ante este escenario, Majo ya había manifestado su deseo de que su primera visita fuera al Valle, para visibilizar esta realidad social. «Esa que a veces no queremos ver pero que existe», subrayó el presidente, haciendo un guiño a las 131 personas con discapacidad grave que residen en el centro y a los 141 trabajadores que se dejan la piel en la atención a los usuarios.
«Este centro representa una importante apuesta de la institución provincial», aseguró Majo, recalcando la importante labor del equipo de profesionales que trabaja en él. «No cabe la menor duda de que tienen una implicación fundamental», reconoció, agradeciendo su labor y recalcando «la realidad social compleja que se vive en Nuestra Señora del Valle, donde lo primero son y tienen que seguir siendo las personas que aquí se atienden». El presidente destacó que para la Diputación estos lugares suponen un esfuerzo, recordando que los cuatro centros asistenciales de la provincia representan, económicamente, el 12% del presupuesto de la institución provincial. En cuanto al futuro, el popular es consciente de que tendrá que sentarse con los responsables de la Junta a negociar y a trabajar «lo antes posible» y llegado el momento la institución autonómica «también tendrá que colaborar, transferir o lo que se estime oportuno».
Vida normalizada
La atención que se presta a las personas que residen en Nuestra Señora del Valle está encaminada a hacer lo posible para que puedan llevar una vida lo más normalizada y autónoma, fomentando una mejora continúa de su calidad de vida. El del Valle es un centro pionero y de referencia en cuanto a la prestación de ciertas terapias para las personas con discapacidad grave que residen en él, con un área dinámica de estimulación motora y sensitiva.