La federación acudirá a los colegios y el campus para reclutar donantes de sangre

El presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, se mostró ayer tranquilo ante el descenso de donantes nuevos el pasado año, a pesar de obtener uno de los peores datos de los últimos años. No obstante, sí destacó la menor incorporación de jóvenes que deciden donar sangre. El presidente afirmó que la federación quiere «incidir en los jóvenes allí donde existan estructuras para ello», tales como centros de formación o centros universitarios. «Nuestro objetivo es conseguir 50.000 donaciones más solo de jóvenes desde ahora hasta el segundo o tercer mes del inicio del curso», apuntó Manceñido en el encuentro que tuvo lugar ayer para presentar la campaña nacional de donación de sangre Olimpiada Roja 2015, que alcanza su decimosexta edición.

El objetivo de esta campaña es hacer un llamamiento a los donantes habituales y a los que no lo son para donar su sangre este verano, unas fechas complicadas que afectan a la regularidad de las mismas ante el alto grado de movilidad de la población. La Olimpiada Roja 2015 recuerda la importancia de mantener el nivel de donaciones también en vacaciones y que en cualquier lugar de la geografía española se puede disponer de un punto de donación de sangre, un gesto altruista que puede salvar o mejorar la vida de miles de personas.

En León, el número de donantes se mantiene estable con 15.200 donantes activos y 1.503 donantes nuevos, alcanzando las 13.160 donaciones, siendo el grupo de edad más activo el comprendido entre los jóvenes de 26 a 35 años. Unas cifras muy positivas para la provincia que Manceñido calificó de «razonables». En Castilla y León, el número de donaciones aumentó en 2014 hasta la cifra de 104.510, consumiéndose alrededor de 280 bolsas diarias y suponiendo un incremento del 2%, colocando a la comunidad autónoma en el segundo puesto del ránking nacional de donaciones, teniendo en cuenta el nivel de población. Ante estos datos y debido a la caducidad de la sangre, Martín Manceñido destacó la necesidad de disponer de alrededor de 1.500 bolsas de sangre de reserva estratégica, las cuales no se pueden mantener durante un largo período de tiempo.

El presidente agradeció también a las asociaciones de donantes que colaboran con el centro de transfusión de una forma activa, en una comunidad autónoma «compleja por la dispersión y el envejecimiento». Por otro lado, Manceñido lamentó que la Federación Española de Donantes de Sangre sea la única entidad estatal que no recibe ningún tipo de ayuda económica por parte de la Administración Pública, y señaló que un único centro de donación en Castilla y León no es suficiente. «Sugerimos hace diez años un centro autonómico geográficamente situado en Valladolid y tres centros de área en Burgos, Salamanca y León», aunque reconoció entre risas que «la economía de escala lo impide».