El Gobierno aprueba el plan para que 3.000 camiones se desvíen a la AP-66 cada día
El proyecto piloto durará cinco meses y también beneficiará a la AP-1 en Burgos y la AP-6 en Segovia.
El Consejo de Ministros dio ayer el visto bueno a seis reales decretos con los convenios entre la Administración General de Estado y las concesionarias de autopistas para la puesta en marcha del plan de desvío voluntario de tráfico pesado de las carreteras convencionales a las autopistas de peaje, con descuentos del 50%. El plan piloto, que se aplicará sobre seis tramos de carretera durante cinco meses, afectará a tres autopistas de la Comunidad en las provincias de León, Burgos y Segovia, la AP-66, la AP-1 y la AP-6, con una longitud total de 194,3 kilómetros. La medida persigue que los transportistas que usan para su actividad vehículos pesados —de cuatro o más ejes— utilicen las autopistas de peaje allí donde las mismas sean una mejor alternativa a la carretera convencional, ofreciéndoles la bonificación. El Ministerio de Fomento calcula que podrá beneficiar a más de 1,3 millones de vehículos pesados, de los que unos 700.000 dejarán de circular por las carreteras nacionales de la Comunidad y utilizarán las tres autopistas. Se trata de los itinerarios Villalba-Villacastín en la AP-6; Rubena-Armiñón, en la Autopista del Norte AP-1; y el tramo León-Campomanes de la AP-66 (Ruta de la Plata), que une León y Asturias.