«Si quisiera habría ganado el concurso»

Carmen Lomana vuelve a estar de moda, si es que en algún momento de su vida ha dejado de estarlo. Su participación en Supervivientes, unido al fallecimiento de su madre y la polémica surgida por dicha herencia han colocado de nuevo a la celebrity en lo más deseado del papel couché. La leonesa ha querido ofrecer una entrevista a León al sol para presentarnos su versión más transparente.

 —Ha estado en otros programas como ‘Mira quién baila’ o ‘Splash!’, pero ¿qué le llevó a participar en Supervivientes?

Es un programa que cuando lo veía pensaba me gustaría estar ahí. Aunque la gente no lo sepa, adoro el mar, la playa, la vida salvaje, fundirme con la naturaleza. Es un programa que unía lo que siempre me motivaba. Nunca me decidía porque me daba miedo el hambre, pero vi que era ahora o nunca.

—¿Cómo resumiría la experiencia?

—Fue maravillosa y durísima, lo que se ve en televisión es muy suave para como es la realidad. Nos morimos de hambre, no nos dan de comer, no tenemos ni lo mas básico y estamos con una dureza extrema. Me he llegado a pasar cinco días sin comer. Ha sido una experiencia muy espiritual, una lección de humildad para ver hasta dónde puedo sobrevivir. Podría ir a la guerra de trincheras, ya no le temo a nada, solo a la enfermedad. Ha sido como cerrar un círculo en mi vida, porque sabía que podía aguantar mucho en cuanto a pérdida por muerte pero quería saber hasta qué punto podría resistir en condiciones extremas.

—¿Ha permitido que la audiencia tenga otra percepción de usted?

—Sí, porque he sido yo, el público pensaba que iba a durar tres días y he aguantado dos meses. Tengo mucha fortaleza mental, todo depende de cómo vas, si eres una persona con sensibilidad para captar la belleza de las noches estrelladas, de la luna llena rilando en el mar, de bucear entre corales. Si eres capaz de estar allí y no disfrutar es que eres una persona muy rara. Es una sensación de soledad, el despojarte de todo, de silencio. Solo escuchas el viento que es horrible, hay días que te pasas una semana entera en que solamente dos horas calma el viento, es un huracán continuo.

—¿De qué forma le ha cambiado su paso por la isla?

—No me cambió, soy la misma. Vine con mucha paz y muy feliz, aunque tuve el problema de la muerte de mi madre y ahí me desperté muchísimo. Me he fundido con la naturaleza, he vuelto a los orígenes del hombre. Hemos pasado más años los seres humanos haciendo fuego, durmiendo en el suelo, saliendo a cazar para comer, que como estamos ahora. Y tampoco la gente es más feliz, nunca ha habido más depresión que ahora.

—¿Cuánto peso perdió?

—9 kilos.

—¿Qué ha sido lo peor de Supervivientes?

Las picaduras te comen vivo; se tiran a degüello, es horroroso, te duele todo el cuerpo, estás llena de heridas. Hay a quien le picaban menos, como a Chabelita. ¡Lo que es la memoria genética!

—Menciona a Chabelita, hablemos de sus compañeros, ¿quién le sorprendió más?

—Nadie me ha fascinado como persona. A Suhaila la he querido mucho aunque tiene una personalidad difícil. Chabelita es muy fácil porque nunca dice nada, siempre hace lo que le da la gana y va a su bola. Lola ha sido una persona positiva, trabajadora, que no paraba y Lucía también. Elisa me pareció encantadora. Me han gustado mucho más las mujeres que los hombres de la edición, por eso me parece muy injusto que Chabelita sea la única mujer de la final. Pero al final el público que vota deben ser mujeres y ya se sabe que somos nuestro peor enemigo, y es una injusticia.

—¿Y si tuviera que destacar a algún hombre?

—Con los novatos casi no traté porque nos tuvieron separados. Los de mi grupo me parecían atroces, gente muy difícil de convivir, cambiantes, peleones. Rafa no, pero era tan vago que tampoco me fascinaba, lo que hacía era dormir y bañarse.

—¿Hay alguien con quien no volvería ni en broma?

—El que menos me gustaba era Fortu y se demostró que tenía razón. Nacho ha dado guerra, pero es más noble, le ves venir. Soy muy agradecida y nunca olvidaré que hizo fuego y gracias a ello comí; me ha parecido un gran superviviente, que muchas veces ha hecho cosas y le ha dejado los méritos a Fortu.

—Hablando del rockero, ¿qué nos puede decir la polémica surgida con el hotel de Colombia?

—Yo lo sabía, pero no vi a la chica entrar en la habitación, solo presenciamos hasta que el botones llegó a Fortu y le avisó de que ya estaba la señorita. Lo que no sé es si luego jugaron al parchís o qué hicieron.

—¿Quién es su ganador?

—Me habría gustado que ganara Chabelita, aunque ahora queda Rubén, que es muy valiente y muy bueno.

—¿Le habría gustado ser usted?

Si hubiera querido seguramente estaría en la final, pero quería volver porque tenía el presentimiento de lo de mi madre.

—¿Se arrepiente de no haber vuelto cuando su madre enfermó?

No me arrepiento de volver porque el tema ya había pasado, mi hermana me avisó de que estaba mejor, que había vuelto a la residencia, me decían que era tan fuerte como yo. Llegué y al día siguiente fui a verla, la vi muy guapa, estaba estupenda, pero la encontré con una profunda tristeza, lloraba todo el tiempo y decía que se quería ir con sus padres, había llegado su momento. Tenemos que darnos cuenta de que, por triste que sea, están mas allí que aquí porque su mente está ya con su familia, con su padre, con su pasado y el presente ya no interesa. Quiero dejar claro a los leoneses que la casa de mi madre está abierta hasta el día de hoy, si la llevamos a Sanyres porque el médico nos dijo que necesitaba cuidados y quiero agradecer cómo se han portado.

—Dejemos a un lado su paso por Supervivientes y hablemos de usted, ¿cómo se autodefiniría?

—Soy una persona con una fuerza de voluntad enorme, con fortaleza mental y un sentido de humor tremendo que me permite relativizar cualquier cosa por grave que sea y cambiar el chip. Soy muy sensible, mucho, pero intento que no se me note y creo que soy muy leal y muy buena amiga.

—¿Cuál es entonces su peor defecto?

—No soy nada rencorosa y sí que me gustaría porque me pueden pisar y a los cinco minutos se me ha olvidado. También soy muy caprichosa, cuando me encapricho con algo hasta que no lo consigo no paro.

—¿Qué le atormenta?

Nada, hay gente, personas que quieren conseguirlo pero no se me atormenta. Concretamente hay una persona que me está calumniando y me quiere liquidar aprovechando el momento mediático con la muerte de mi madre, pero soy una persona muy tranquila y tengo muy claro que yo no he hecho nada.

—¿Cómo se encuentra su corazón?

—Mi corazón, bien, gracias. No estoy muy enamorada, siempre tengo compañía y amigos. Hay algún amigo más especial, pero no estoy en un momento de pasión porque ahora no es prioritario en mi vida. Tengo planes de trabajo y quiero sosiego después de este aterrizaje de la isla. Recapacitar, estar tranquila, tener tiempo para mí.

—¿Cómo se presenta su verano?

—Este verano quiero descansar. Me iré a Saint-Tropez porque allí no me conoce nadie y puedo descansar, a mis amigos les da lo mismo que sea mediática o no. También me iré a Marbella, que allí estoy muy bien.

—¿Tiene pensado visitar León?

En un principio no visitaré León, pero a lo mejor sí tengo que acercarme porque igual hay que abrir la herencia. Quiero destacar que lo que se ha dicho en los medios son tonterías, nadie está desheredado. Todo eso que se filtró al día siguiente de enterrar a mi madre, incluso durante el entierro, son mentiras enormes.

MIRIAM BADIOLA